Los haitianos que gozan del servicio eléctrico en sus casas son afortunados, porque solo un 25%, aproximadamente, tiene acceso a algunas horas al día, y no todos los días, del suministro de energía.
Por Luis David Vasquez
En los 1.991, Haití fue sancionada por la Casa Blanca y la entonces Comunidad Económica Europea por el golpe militar que depuso al presidente constitucional Jean-Bertrand Aristide.
En la última década del siglo XX, la administración Clinton mantuvo las restricciones sobre la isla pero a la fecha las políticas cambiaron y ahora EE.UU. es el principal socio comercial.
Un informe de la Oficina de Información Diplomática haitiana reveló que las principales exportaciones de la isla están focalizadas en productos textiles, los cuales van en más de un 90% al mercado estadounidense. Asimismo, una tenue producción de aceites vegetales se exporta fundamentalmente a la Unión Europea. Pero, la venta de café sigue en caída libre.
La devaluación del gourde se profundiza a pasos agigantados
La gourde, la moneda de Haití, ha sufrido una devaluación de tres dígitos en el último año. En junio de 2020, se había depreciado hasta 120 gourdes por dólar, «pero una decisión del Banco Central revaluó el cambio a mitad de septiembre en 65,5 gourdes por dólar».
Para el 7 de julio, día del magnicidio del presidente Jovenel Moise, el dólar estadounidense se cotiza en 93,49 gourdes.
La mayoría de la población percibe un ingreso de igual o inferior a dos dólares por día, o sea, 186,98 gourdes, un signo de pobreza extrema según las valoraciones del Banco Mundial.
En el informe diplomático de Haití se precisó que el PIB ascendía a $8.408 millones en 2020, lo que sitúa a Haití como el país más pobre de América latina en términos per cápita (765$ por persona y año).
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