Tal como se esperaba, el Banco Central de Venezuela oficializó que sacará de circulación solo una parte del cono monetario actual para que el resto conviva con el nuevo a partir del próximo 04 de agosto, cuando entre en vigencia la reconversión monetaria.
“El Banco Central de Venezuela determinará mediante resolución de su directorio las denominaciones de los billetes y monedas metálicas por él emitidos, representativos de la unidad monetaria actual, que podrán circular con posterioridad al 4 de agosto de 2018, conservando su poder liberatorio hasta que sean desmonetizados conforme a lo que indique dicho Instituto Emisor”, indica el decreto presidencial que oficializa la postergación de la medida prevista inicialmente para el 04 de junio.
El gobierno publicó en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.379 la reprogramación de la reconversión monetaria y agregó la convivencia de los conos monetarios, aunque no especifica cuáles de los actuales sobrevivirán.
Las monedas y billetes que entraron en circulación en enero de 2008 prácticamente han caído en desuso o son rechazados por la mayoría de los comerciantes, a pesar de que todavía representan 79% del efectivo. En 2017 el gobierno introdujo un nuevo grupo de billetes de mayor denominación que van desde Bs 500 hasta Bs 100.000.
La reconversión monetaria decretada en marzo establece que la mínimo denominación del nuevo cono será de Bs 0,5, por lo que es muy probable que la desmonetización del viejo cono sea desde el billete de Bs 100, cuya eliminación se planteó en 2016, hacia abajo.
Por otra parte, el Banco Central de Venezuela señaló en una nota de prensa que la decisión de establecer una nueva fecha para la reconversión “responde a los acercamientos entre el Gobierno Nacional y el sector privado, en el contexto de la renovación económica que impulsa la administración de Nicolás Maduro”.
El nuevo plazo aprobado por el equipo económico del gobierno no se apega a lo solicitado por la Asociación Bancaria de Venezuela que, en una reunión con el presidente Maduro, televisada el martes 29 de mayo, pidió un plazo de 90 días, tiempo que consideraban necesario para realizar tres pruebas de integración de las plataformas de las instituciones financieras.
