Estados Unidos utilizó este jueves en Afganistán su más potente artefacto no nuclear, conocida como la «madre de todas las bombas», contra un complejo de túneles bajo control del grupo radical Estado Islámico.
La bomba «hizo impacto con un complejo de cavernas» y túneles excavados en el distrito de Achin, en la provincia oriental de Nangarhar, dijo el portavoz del Pentágono, Adam Stump, reseñó AFP.
Fue el primer uso en combate de este armamento, mejor conocido por su apodo la «madre de todas las bombas», un juego de palabras en inglés de la sigla MOAB. El artefacto explosivo fue lanzado desde un avión desde gran altitud.
En la Casa Blanca, el presidente Donald Trump saludó la operación, que calificó como «una misión muy exitosa».
«Tenemos los mejores militares del mundo, y volvieron a hacer su trabajo, como es su costumbre», expresó el mandatario.
Este artefacto tiene formalmente la denominación GBU-43/B, pesa poco más de nueve toneladas y fue desarrollada por el Laboratorio de Investigaciones de la Fuerza Aérea estadounidense.
«Es la más potente bomba no nuclear jamás usada en combate», dijo el portavoz de la Fuerza Aérea, el coronel Pat Ryder.
El gobernador del distrito afgano de Achin, Esmail Shinwari, dijo a la oficina local de AFP que la bomba cayó en una zona llamada Momand Dara.
«Esa explosión fue la mayor que he visto en toda mi vida. Enormes columnas de fuego se tragaron toda el área», dijo.
El funcionario añadió que por el momento no había informaciones completas «sobre las víctimas, pero si se considera que era un área del EI, pensamos que debe haber muchos combatientes del EI muertos».
En el Pentágono, el general John Nicholson, jefe de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, dijo que la gigantesca bomba es «la munición adecuada para reducir los obstáculos y mantener el impulso de nuestra ofensiva» contra las fuerzas del Estado Islámico y Jorasán.
Poco más tarde, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que «era necesario quitarles el espacio operacional, y lo hemos hecho».
«Estados Unidos tomó todas las precauciones necesarias para evitar víctimas civiles y daño colateral como resultado de esta operación», declaró Spicer.
Hasta este jueves, esa bomba había estallado solamente en ensayos realizados por la Fuerza Aérea en 2003.
El pasado fin de semana un soldado estadounidense había resultado muerto en combates en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán.
El EI, notorio por su actividad en Siria e Irak, comenzó en años recientes a expandirse por Afganistán, donde logró atraer a numerosos seguidores de los grupos Talibanes en la región, así como islamistas de origen uzbeko.
Militares de la OTAN estiman que a inicios de 2016 el EI entrenaba unos 3.000 combatientes en Afganistán, aunque actualmente ese número parece haber disminuido a un nivel entre 600 y 800 hombres en armas.
Según la Fuerza Aérejoa estadounidense, cuando la «madre de todas las bombas» fue experimentada, en una base en el estado de Florida, generó una columna de humo y polvo que podía avistarse a 32 kilómetros de distancia.