La Asociación de Industriales de Artes Gráficas de Venezuela, AIAG, informó que la contracción en ese sector de la economía ascendió a 80%, lo que junto a una caída de la demanda y el aumento de los costos de producción pone en riesgo la estabilidad de muchas empresas.
De acuerdo con Edgar Fiol, director ejecutivo de la AIAG, la situación ha empeorado este año por el cese de demanda por parte de los clientes. “Para finales del año pasado el principal problema era la falta de divisas y por ende, de materia prima; para el primer trimestre 2017 lo es el desplome de la demanda por cadenas productivas como alimentos, medicinas, cuidado personal y cuidado del hogar”, dijo.
“En medio de esta recesión tan severa, las empresas de consumo masivo no están en condiciones de producir lo que necesita el mercado y el consumidor tampoco está en condiciones de adquirir los pocos productos que se consiguen. Es un círculo vicioso que nos afecta a todos, absolutamente a todos”, acotó a través de un comunicado.
Fiol recordó que para finales de 2015 y principios de 2016, las empresas afiliadas reportaron que sus inventarios de materias primas e insumos estaban en promedio entre 10% y 15 %.
“Había muy poco material y la demanda se mantenía. Para este momento, sin embargo, hay material con que trabajar, aunque a precios realmente exorbitantes”, aseguró Fiol, quien recordó que en 2016 el gobierno no entregó divisas oficiales a la industria.
“Hubo un acceso mínimo a los dólares oficiales a través del Dicom y de los otros mecanismos pero casi inexistente, por lo que el empresario tuvo que hacer uso de sus recursos para poder importar. Pero muchos no puede hacerlo pues no pueden reflejar esos costos en sus productos, ya que el bien final al que va destinado el insumo gráfico tiene el precio regulado al final de la cadena de comercialización”, acotó el vocero.
Fiol señala que según una encuesta de coyuntura aplicada recientemente, la nómina se ha reducido en 20% por dos razones: emigración de la mano de obra calificada, mientras que los obreros no calificados han llegado a acuerdos para renunciar para dedicarse a la economía informal, sin olvidar que los aumentos impuestos por el Ejecutivo en salario mínimo y bono de alimentación han traído como consecuencia que las nóminas se han compactado hacia el salario mínimo.
“Estamos viviendo las consecuencias nefastas de un modelo que tiene como objetivo acabar con la empresa privada y sustituirla con las del Estado, entendido como un único ente productor y también regulador de las fuerzas productivas, en términos generales. Estamos viendo las consecuencias directas de una política económica diseñada y aplicada, ex profeso, para acabar con la iniciativa privada. Por lo tanto, creo personalmente que la única solución a esta situación es el cambio del modelo económico y del modelo político”, concluyó.