Presidente reafirmó que «Obama está obsesionado con Venezuela»
La semana pasada aparecieron en redes sociales fotografías del alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, y su hermana y canciller venezolana, Delcy Rodríguez, en Roma. Ahí habían viajado para entrevistarse con el enviado del Papa para el diálogo con la oposición, Claudio María Celli.
Sin embargo, las imágenes filtradas mostraban a los dirigentes chavistas en actividades ajenas a esta misión. Específicamente, aparecían revisando tiendas de ropa, aparantemente nada económica. Las fotos de este shipping produjeron comentarios airados del público en general, dado lo difícil que se ha vuelto viajar al exterior para la mayoría de los venezolanos. El control cambiario aunado al reducido cupo para turistas lo ha hecho muy cuesta arriba para aquellos que no tienen ingresos en moneda extranjera. El pretexto oficial del periplo por el Viejo Continente no aplacó los ánimos. Después de todo, en época de emergencia económica, los funcionarios públicos, más aún si son sociaistas, deben dar el ejemplo de austerirdad. ¿Una llamada telefónica a Celli desde Caracas no hubiera sido mejor?
Probablemente con la intención de desviar el enojo hacia otro lado, el presidente Nicolás Maduro denunció que las fotos «indiscretas» de los hermanos Rodríguez fueron tomadas por personal de la Agencia de Inteligencia Central (CIA, por sus siglas en inglés), que los siguió en la capital italiana. «Ese ángulo solo lo logran las cámaras que la CIA tiene», dijo Maduro, durante un acto en caden nacional.
El jefe de Estado reafirmó que el presidente saliente de Estados Unidos, Barack Obama, «está obsesionado con Venezuela», y que estos «son días muy peligrosos», por el «coletazo» del mandatario norteamericano. Acusó a Obama de conspirar contra todos los gobiernos aliados, presentes y pasados, del chavismo en la región, y hasta dijo que «trató de derrocar» al presidente de Bolivia, Evo Morales.