Entre restricciones y flexibilización ha mutado la inmigración de venezolanos a Colombia

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Crisis política ha complicado el flujo limítrofe

Por algo más allá del sentimentalismo o de ilusiones de revivir el Estado fundado por Simón Bolívar en 1819, los venezolanos se refieren a Colombia como «hermana república». La proximidad geográfica, el clima similar, así como las afinidades culturales, han hecho del vecino del oeste uno de los destinos más populares en una Venezuela que, por primera vez en su historia, es un país de emigrantes. Pero además de quienes no tienen pensado por ahora residenciarse al otro lado de la frontera, hay miles que cruzan esta para buscar los bienes de primera necesidad que escasean en casa.

Como resultado, las dinámicas migratorias entre ambas naciones han cambiado considerablemente y, de hecho, se han invertido con respecto a aquellos días en que centenares de colombianos huían de la pobreza y la violencia política. De cualquier Estado en el que rápidamente se incrementa el número de extranjeros que entra a él puede esperarse una reacción, para bien o para mal de los inmigrantes. Esta no es la excepción.

En agosto de 2016, tras un año de cierre, el gobierno de Nicolás Maduro autorizó la apertura de la frontera desde los pasos más concurridos, en Táchira, y las imágenes de ríos de gente intentando cruzar no se hicieron esperar. Ante el aumento de este flujo, en febrero de este año Migración Colombia (MC) anunció que los venezolanos residentes en la zona fronteriza que deseen entrar a territorio neogranadino sin pasaporte deberán presentar una constancia de pre registro para Tarjeta de Movilizad Fronteriza. El documento reemplazó la Tarjeta Migratoria de Tránsito y tiene una validez de seis meses, mientras la autoridad migratoria estudia si aprueba o no, la expedición de la Tarjeta de Movilidad Fronteriza. Este carnet solo sirve para transitar por el área limítrofe, y no para el interior.

Según reseñó el diario colombiano El País, en abril Christian Krüger, director de MC, informó que para ese momento 42.000 personas registradas que tienen una habitualidad en el cruce de frontera,.

«Desde el primero de enero de este año hasta el 26 de abril, tenemos un total de entradas de 8.306.200 personas y tenemos un total de salida de 7.856.554 personas. Son personas que tienen un flujo migratorio permanente en el área de frontera. No quiere decir que estén entrando y se estén quedando, sino que tienen mucha movilidad», dijo, asegurando que muchos salen para Ecuador.

No obstante, admitió que ha habido un aumento de la población venezolana en el país, al menos en cuanto a la solicitud de visas de residentes en los dos últimos años, pero dice que priman la categoría de ingreso de turismo. «Pasamos de 20 mil cédulas de extranjería a más de 40 mil cédulas de extranjería en dos años», expresó. En cuanto al número de expulsiones, en 2012 se contaban 15 venezolanos; en 2016 fueron en total 1.159; y hasta abril de este año ya llevaban 820.

La situación se ha complicado con la crisis política actual. La instalación de la «asamblea nacional constituyente», cuyos promotores oficialistas no han ocultado su intención de usarla como herramienta para hacer irreversible el Estado socialista ideado por ellos, ha sido asumida por muchos venezolanos como la gota que derramó el vaso. La inmensa mayoría de la población percibe al Gobierno como responsable de la calamidad socioeconómica, según casi todos los estudios de opinión pública.

Durante los días en torno a la votación para la «constituyente», las redes sociales se colmaron de impresionantes fotos de colas de venezolanos que sellaban sus pasaportes en la frontera, con unas pocas maletas en mano y sin intención de regresar. Varios manifestaron su deseo de quedarse en Colombia. Otros pensaban atravesar el país, rumbo a Ecuador, Perú o incluso Chile.

Las autoridades de la nación vecina han negado un éxodo masivo de venezolanos. Sin embargo, no descartan que esa situación se dé en un futuro próximo y Cancillería ha asegurado que el Gobierno atiende a por lo menos menos 110 familias  que no han regularizado situación migratoria, con alimentos y alojamiento en las ciudades de fronterizas.

Un día después de la votación, MC anunció que otorgará un permiso especial de permanencia a los venezolanos, a partir del 3 de agosto y válido para aquellos que ya estaban en Colombia desde el 28 de julio. La medida beneficiaría a más de 200.000 venezolanos, a quienes se les haya vencido o esté por vencerse su período de residencia en el país vecino, con el fin de regularizarlos dentro del marco legal.