Empresarios y usuarios aseguran que la apertura de la frontera es imperceptible

Sebastiana Barráez, periodista de la fuente de investigación militar y de frontera asegura que la reanudación de las relaciones entre Colombia y Venezuela ha sido sólo una puesta en escena.

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Cortesía

Han transcurrido 40 días desde que se reanudaron las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela por los pasos fronterizos, y usuarios y empresarios aseguran que no ha generado los ingresos económicos ni las facilidades de movilización esperadas.

El presidente colombiano Gustavo Petro, expresó el 28 de octubre, antes de su viaje a Caracas, que por el puente Simón Bolívar solo han pasado 2.5 millones de dólares en productos. Una cifra ínfima que revela que buena parte de esa mercancía se está desviando por los pasos ilegales o trochas que manejan grupos guerrilleros, paramilitares, bandas armadas y funcionarios de seguridad a los largo de los 2.200 kilómetros de frontera binacional.

Aunque desde el 1º de noviembre, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela y su homólogo de Colombia hayan acordado reanudar operativos de inteligencia para atacar a las mafias de las trochas, habitantes de Táchira, investigadores y representantes económicos son escépticos sobre el alcance de estos operativos y el tiempo en que darán resultados, sobre todo cuando según Sebastiana Barráez, periodista de la fuente de investigación militar y de frontera, la propia Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), está involucrada en las actividades ilícita o en el cobro de vacunas por los puentes.

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«Lamentablemente los militares venezolanos están bastante involucrados en la serie de diversos negocios ilícitos en la franja fronteriza y por supuesto en el control de las trochas. Esto lo hacen ellos conjuntamente con los grupos irregulares, en la mayoría de los casos con el Ejercito de Liberación Nacional (ELN) y con algunas bandas criminales o grupos paramilitares como el Tren de Aragua y las FARC. Hay que destacar que la actividad ilícita que hacían algunos militares como la Guardia Nacional, se extendió a otros componentes como el Ejército, la Armada, incluso la Aviación, en puntos de control militar de la frontera», indicó a La Prensa.

Cuando se le pregunta sobre qué balance hace de la apertura fronteriza, Barráez no duda en expresar que la reanudación de las relaciones entre Colombia y Venezuela ha sido sólo una puesta en escena.

«La conclusión es que no se han restablecido las relaciones, porque es que es muy difícil restablecer relaciones comerciales entre ambos países cuando tenemos el cáncer de las trochas. No es creíble pensar que van a ser cerradas. Pueden ocurrir dos cosas: Una es que cierren algunas trochas porque hay cientos de trochas entre Táchira y el Norte de Santander, pero lo que sí es cierto es que ese va a ser un negocio siempre y se van a mantener mecanismos para que siga generando ganancias a los grupos guerrilleros, las bandas criminales, los militares y policías que funcionan a ambos lados», soltó.

Edixon Figueroa, es coordinador del Observatorio de Violencia de Fundaredes, ONG de derechos humanos que se ha encargado de documentar los hechos violentos en Falcón, Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas. Informó que entre Táchira y el Norte de Santander se contabilizan más de 250 trochas, y en todo el eje fronterizo hay más de 400.

Como habitante de Táchira, Figueroa no ha notado un cambio que se traduzca en mejor calidad de vida o progreso para este estado andino con la apertura de la frontera que los gobiernos izquierdistas de Colombia y Venezuela celebraron con bombos y platillos. «Una apertura no hay. Estamos hablando de un cierto paso económico de unas gandolas que solamente circulan de dos a tres horas por el Puente Internacional Simón Bolívar. Pero no hay más nada. ¿Cómo se le puede llamar a eso?. Maduro cerró las fronteras en 2015 para evitar que los venezolanos salieran y hoy quieren venderse como un gobierno que sí respeta los DD.HH, pero eso no existe», apuntó.

Argumentó que las cosas siguen tan igual, que las cifras de hechos violentos se mantienen. «Hemos documentado 561 homicidios entre Falcón, Zulia, Táchira, Apure, Bolívar y Amazonas en 2022. Pero lo que nos llama poderosamente la atención es que 66 de esos homicidios se han dado en Táchira y 13 han sido en las trochas. Es decir 20% de los homicidios se dan en las trochas», expresó.

Walter Márquez, exdiputado de la Asamblea Nacional, denunció que el restablecimiento de las relaciones fronterizas se han dado sin reanudar el paso de vehículos particulares y del transporte público, por lo que cataloga esto de una violación al libre tránsito.

«No hay argumentos jurídicos, ni políticos, ni sociales, para que los puentes sigan cerrados para vehículos particulares y el transporte de pasajeros. Es responsabilidad de Petro y de Maduro que esa situación continué. Hay es que humanizar las fronteras. Donde primero sea la gente, eso no significa que el comercio no tenga espacio, indudablemente que son elementos complementarios, pero es demasiado degradante pasar por el puente internacional Simón Bolívar en medio de la lluvia», exclamó.

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