Aseguran que 80% de la población económicamente activa está en la informalidad

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Para el año 2012, el sector informal en el país empleaba alrededor del 50% de la población económicamente activa. Debido a la crisis y la carencia de salarios justos que no alcanzaban para cubrir las necesidades más básicas de una familia, muchos trabajadores buscaron otras opciones para poder sobrevivir, lo que hizo que en un lapso de 10 años esta cifra presentara un incremento de un 30%, reseñó La Prensa de Táchira

Este crecimiento del sector informal generó un evidente decrecimiento del formal, que para el 2013 y según economistas representaba un 60% y hoy en día no llega a ocupar el 20%. Es decir, que más de la mitad del empleo formal se perdió por diferentes razones en este lapso.

«Hoy podríamos estar hablando de unos siete millones de personas empleadas en el sector informal de la economía y eso es una cifra muy importante. Sobre todo, si estimas que en Venezuela no hay 32 millones de personas como proyectaba el INE en 2011, sino que hablamos de 28.4 millones de personas y si sacas el porcentaje de eso es una enorme población», explicó el economista, Dilio Hernández.

Recalcó que esta situación no generaría mayores alarmas si esta población contara con salarios estables y no estuviera desprotegida. Pues carecen de seguridad social y al no generar grandes ingresos, tampoco tienen acceso a pólizas de seguros. «Son informales, están excluidos de toda esa dinámica».

Nómina pública

La nómina pública en Venezuela llegó a ser la principal fuente de empleo, pero esto ha decrecido dramáticamente en la última década. El número de empleados que dependían de los organismos del Gobierno representaba alrededor del 36% de la mano de obra del país y actualmente se ubica en menos del 20%.

«La mitad de ese 20% que aún se mantiene hace un doble trabajo para poder sobrevivir. Sale de su trabajo público e inmediatamente se incorpora a la actividad informal», recalcó.

Impuestos

Las últimas medidas económicas tomadas por el gobierno de Nicolás Maduro han generado una especie de asfixia en las empresas y comercios legalmente constituidos. 

A esto debe sumarse el alza de los impuestos municipales, que están anclados al valor del Petro y fluctúan continuamente. Además de la reiterada exigencia de las máquinas fiscales, a fin de que se generen facturas y no se evadan los impuestos son otras de las situaciones que los han llevado, en muchos casos, a caer en la informalidad.

«De verdad que medidas como esta desalientan. La respuesta del régimen ha sido amenazar con grandes multas a quien no tenga máquinas fiscales para que dejen registro de las operaciones, esto en definitiva lleva a la informalidad, porque muchos evaden las facturas para evitar los altos costos de las mismas», explicó el también economista, Luis Crespo.

Estos excesos en las políticas de tributaciones siempre van a generar un impacto negativo en las empresas, que si se ven asfixiadas van a terminar buscando otros espacios para poder operar.

«Hay que buscar racionalidad en las políticas de tributos, en las estrategias de impuestos. No debemos olvidar que esta economía trastocada viene de 8 años en los que hubo un desmontaje de aproximadamente el 80% de las capacidades productivas del país. Esta no es la misma economía del 2012 o del 2013, se ha hecho muy pequeña y apenas está teniendo una módica reacción, por lo que hay que tener mucho cuidado con el tema de los impuestos», añadió Crespo.

Quebrados

Varios comerciantes de San Cristóbal aseguraron estar básicamente en la quiebra, pues el tema de los impuestos, los gastos operativos y tener que competir con la economía informal los ha hecho perder terreno y hoy en día las ventas sólo dan para medio mantenerse en pie.

José Morales tiene un negocio de venta al por mayor en La Concordia, explica que los gastos que tiene por concepto de alquiler, servicios, personal, contador e impuestos rondan sobre los 2 millones 500 mil pesos al mes, unos 676 dólares.

Aunque los montos que cancelan a la alcaldía para poder operar dependen de sus ventas netas, explica que sí se ha registrado un incremento en los últimos meses. Asegura que para él sería más conveniente si se llegase a establecer un precio fijo, pues ya sabría qué cantidad de dinero debe reunir para mantenerse al día con la municipalidad. En el caso de gastos por publicidad, optó por eliminar los avisos, pues este arancel registró un alza considerable.

«Nosotros queremos reunirnos con las autoridades para ver si mejoran el tema de los impuestos porque nos están ahogando. Ya nos está llevando casi a la quiebra. No tenemos apoyo. Los servicios están fuertes, en el último recibo que llegó de agua pagué 438 bolívares. Estamos quebrados», aseveró.

En una de las calles del centro logramos conversar con Carlos Flores, quien decidió dedicarse a la economía informal hace ocho años, pues tuvo que entregar el local comercial que tenía dentro de un centro comercial, pues todos los gastos que tenía lo llevaron a que cayera en quiebra.

Explica que en la calle debe competir por vender más barato. La baja en las ventas también lo ha llevado a reconsiderar si vale la pena o no exponerse todos los días al sol y al agua para llevar un sustento a su familia, que en ocasiones no logra, porque a veces no llegan clientes y pasan los días en cero.

Falta apoyo gubernamental

Las empresas privadas que siguen apostando por el país, según el economista, Luis Crespo, ponen en riesgo sus capitales propios, pues no existen incentivos ni apoyo por parte del Gobierno para que puedan desenvolverse sin ningún problema. Explica que siguen exigiendo que puedan establecer sus propios precios y operar sin ser víctimas de medidas que los afecten.

La flexibilización de créditos bancarios, la creación de plataformas públicas para la comercialización también ayudaría a las pequeñas y grandes empresas. Además de otorgar incentivos en asistencia técnica o exoneraciones por períodos cortos, pueden llegar a hacer la diferencia en el país.

«Lejos de contribuir a disminuir la tendencia de ir al sector informal de la economía, estos impuestos como el IGTF y los impuestos municipales alejan aún más a los microempresarios, los llevan a no formalizar sus empresas», dijo Dilio Hernández.

Tasas impositivas pasaron del 0,05% al 5% en dos años

Según denuncia de la presidente de Consejo Nacional del Comercio y los servicios (Consecomercio), Tiziana Polesel, en un lapso de dos años las tasas impositivas que deben cancelar cada mes los empresarios sobre sus ingresos brutos incrementaron en un 9.900%; es decir, que pasaron del 0,05% a un 5%.

«Es verdaderamente preocupante, como te dicen algunos comerciantes que están pensando en cerrar en determinados estados o mudarse de municipio porque la carga que tienen es insostenible. Ellos te dicen de manera coloquial: ‘Estoy trabajando sólo para pagar impuestos, porque no me queda nada'», declaró a la agencia EFE.

Aseguró que esta alza en el valor de los impuestos ha llevado a que algunos comerciantes migren hacia el sector informal y otros estén planificando mudar sus actividades a municipios donde la carga tributaria sea menor. 

Explicó que han recibido denuncias que algunas alcaldías impiden que las empresas declaren sus impuestos si antes no han cancelado los montos correspondientes al aseo urbano, que incrementó en 3.000 por ciento.

Con información de La Prensa de Táchira

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