El Toyota bZ4X es el primer coche eléctrico de la firma japonesa de una nueva generación. Se trata del primer lanzamiento de Toyota en cuanto a coches eléctricos por baterías destinado a comercializarse globalmente y es el primer modelo de la serie bZ, una estirpe de coches eléctricos que está por llegar que se basará en la nueva plataforma específicamente desarrollada para coches eléctricos de nombre e-TNGA.
Estéticamente, el exterior del nuevo SUV eléctrico de Toyota ha jugado seguro, ya que la firma japonesa le ha conferido unas líneas suficientemente innovadoras sin entrar a arriesgar en este campo. Sin embargo, la novedad está en su interior, y más concretamente en su volante.
Por Alejandro González / Híbridos y eléctricos
La plataforma sobre la que se basa ha sido co-desarrollada por la firma nipona junto a Subaru Corporation, y definen al bZ4X como un SUV eléctrico hecho para quienes dedican gran parte de su tiempo a la familia y amigos, «un espacio cómodo y conectado donde la gente puede disfrutar mientras se desplaza».
Promete, pues, un gran espacio interior, una buena gestión de la energía de las baterías, un sistema de tracción total que destacará en su segmento y han confirmado que contará con carga solar.
Diseño del Toyota bZ4X
El nuevo SUV eléctrico de Toyota, sin embargo, ha sido presentado bajo la condición de un modelo conceptual, aunque en base a lo convencional que resulta su diseño, podemos decir que los cambios que afrontará el modelo antes de su incursión en las líneas de producción serán pingües.
El frontal lo pudimos ver anteriormente, aunque de manera muy sutil. En esta ocasión, y definitivamente, el nuevo bZ4X muestra un volumen frontal mucho más alargado de lo que dejó entrever en las imágenes patentadas y en el teaser anterior. Se trata de un SUV eléctrico del segmento D, y en base a ello muestra dimensiones relativamente voluminosas, aunque Toyota no las ha acotado.
Las líneas del Toyota bZ4X se muestran futuristas, pero no dejan de resultar familiares, pues no dejan de suponer un salto adelante conforme a los últimos modelos de la firma japonesa. Mientras que su frontal sí se antoja más novedoso, la trasera recuerda enormemente al otro SUV de la firma, el RAV4.
En la vista de perfil llaman particularmente la atención dos elementos. Uno de ellos es que han recurrido a un techo de tipo flotante, acabado en un tono negro, lo que le confiere cierto aire dinámico. El segundo elemento que llama la atención son sus pasos de rueda delanteros, están acabados en negro brillante y se extendiendo desde el mismo frontal, donde hacen las veces de toma aerodinámica, envolviendo el grupo óptico delantero por su parte baja, y el mismo paso de rueda.
E habitáculo, en base a las imágenes desveladas por Toyota, se antoja enormemente funcional, al más puro estilo japonés. La consola central aglutina la mayoría de controles, con una ruleta tipo joystick para el selector de marchas de conducción, y un touchpad para controlar la enorme pantalla central. Debajo de ésta última quedan situados los controles de climatización y confort.
La novedad más controvertida la encontramos en su volante. Toyota, al menos es el modelo conceptual que han mostrado, ha dejado de lado la convencionalidad de un volante de aro completo, y han recurrido a uno que bien podría ser el timón de dirección de un avión.
Se trata de una solución que ya hemos visto usar a Tesla es sus recién presentado Model X y Model S. El hecho de prescindir de la parte superior del aro ha permitido a los diseñadores mover la instrumentación situada detrás del volante hasta situarla a los pies del parabrisas, por lo que probablemente podrá prescindir también de head-up display.
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