El programa ofrece medicamentos con presentaciones en otro idioma y sin registro sanitario, algo que en otros tiempos era considerado como un ilícito farmacéutico.
Desde hace un año Fefarven viene denunciando la eliminación del registro sanitario para la comercialización de medicamentos en Venezuela.
Francisco Lugo venía comprando religiosamente Losartán de 50mg, medicamento utilizado para tratar la presión arterial alta, en las principales cadenas de farmacias del país. Como vive en Los Teques, las restricciones que ha impuesto la cuarentena le impiden movilizarse, hacia Caracas. Un día vio por las redes sociales un anuncio de las Farmacias Móviles Comunitarias y decidió acercarse.
Las Farmacias Móviles Comunitarias son una iniciativa del gobierno de Maduro en donde unos camiones acondicionados como una farmacia expenden medicamentos a bajos precios en 22 parroquias de la capital para que las personas no tengan que trasladarse lejos de sus casas, y así evitar la propagación del COVID-19.
“Fui a eso de las nueve de la mañana y ya había bastante cola, me atendieron casi a las once y media. Por suerte, llevé el récipe porque aunque en otras farmacias no es necesario, en la Farmacia Móvil si me lo pidieron. En esa semana, una caja de 14 pastillas en otras droguerías la más económica que me ofrecieron era Bs. 850.000, aquí me costó 320.000 bolívares”, dijo.
Francisco Lugo afirmó que cuando vio que la medicina provenía de Turquía no quiso arriesgarse y sólo compró una caja, tanta era su duda que consultó con un compañero de trabajo que tiene descendencia árabe y este le tradujo y le confirmó que efectivamente los componentes activos del medicamento que había comprado, eran los mismos del hipertensivo que desde hace algún tiempo toma su madre.
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