La crisis económica en Venezuela (2013-2020) derivó en inflación y la consecuente destrucción del sistema de precios.
Hoy «el consumidor en Venezuela se enfrenta a poca oferta y variedad» además del colapso de la industria privada.
Las instituciones públicas están administradas por el chavismo -a excepción del Parlamento- pero no se dan abasto, ni siquiera garantizan la calidad de servicios básicos: agua, electricidad, gas, transporte, entre otros.
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Entre «no comprar» y «elegir»
Las opciones del comprador venezolano no parecer abundar, así lo advirtió el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
«Quejarse o no comprar es normal en los consumidores (…) es la dinámica del mercado. No le tema a eso. Siga haciéndolo», exhortó el economista.
La competencia libre contribuirá a que los vendedores a rebajar sus precios además «consumidores formados y exigentes obligan al comerciante a mejorar».
«Poder elegir es de lo mejor que nos puede pasar».
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