El director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, expresó que «el subsidio de la gasolina era un sin sentido como se estaba llevando, sin embargo, la forma en que fue llevado este ajuste no parece el adecuado».
«Hablo de un «Cadivi energético» por la gran disparidad existente entre los dos precios diferenciados que incentiva mercados negros, corrupción entre otros», acotó el economista.
También dijo que en este tipo de mercados a precios diferenciados terminan ocurriendo fenómenos que «incentivan la corrupción». “Este nuevo esquema es un primer paso, pero no con el esquema adecuado. Esto incentivará un mercado negro, pues las personas se verá incentivadas a comprar la gasolina a VES 5.000 y revenderla más caro.”
Agregó que: “El beneficio del subsidio de la gasolina no es para los más necesitados, esto es como lo llamamos los economistas, un subsidio regresivo que en verdad beneficiaba a los más ricos”.
“Nosotros necesitamos importar el 70% del consumo de gasolina. Si en verdad si reactivan las refinerías como lo han plateado, sólo podremos producir alrededor de 25% del consumo. En Venezuela, en condiciones normales necesitamos 180 mil barriles al día, necesitaríamos 2 tanqueros a la semana para poder cubrir la demanda y desaparezcan las colas”, enfatizó Oliveros.
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Por otra parte, explicó que: «Más allá de la etapa inicial del sistema no sabemos si hay garantía de que vamos a tener garantizada la gasolina importada. Aún está en entredicho si va a haber garantía de los métodos de pago ante la escasez de efectivo».
También tocó el tema del impacto que podrían tener estos costos del combustible: «Va a haber un choque inicial de los precios y luego se va estabilizar. No necesariamente se va a incrementar los precios de los productos, van a aumentar constantemente a menos que el precio del combustible fluctúe en gran medida».
Para el venezolano pagar el combustible constituye un cambio cultural de fondo para los venezolanos, considera el economista.
Por último, se refirió al problema de no producir gasolina, sino de importarla. «Si fuésemos productores podríamos vender a precio internacional dentro del país, descuenta el costo y te queda un excedente, para entregárselo a todos los venezolanos. Pero no tiene ningún sentido que el hecho de producir el petróleo entonces debemos regalarlo a lo interno. Desde hace mucho tiempo en el país se hacen días de colas por combustible, lo cual es un sin sentido. Dejamos de producir por un manejo inadecuado de la industria petrolera».
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