En medio de la crisis por el COVID-19, la distribución de alimentos en las principales ciudades de Estados Unidos pone en alerta a sus ciudadanos.
El número de desempleados se contabiliza por millones y las neveras se quedan sin recursos con el transcurrir de los días.
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Pero ya millones se acercan a bancos de alimentos que surgieron por organización de la misma sociedad para ayudar en tiempos tan coyunturales.
Por estos días (mayo 2020) Freddy Gómez, un residente de Miami, alegó que su rutina nutricional cambio. «Se come poco pero se come».
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