Venezuela vende crudo a $5 el barril por impacto de coronavirus

El petróleo venezolano, sancionado, pesado, y que debe ser transportado en buque, es un problema porque nadie lo quiere tocar

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La industria petrolera venezolana, golpeada simultáneamente por las sanciones de Estados Unidos, el coronavirus y la guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita, está vendiendo el barril de crudo a precios sorprendentemente bajos en un desesperado intento por evitar el cierre permanente de los pozos, dijeron fuentes de la industria.

La nación sudamericana, que también está incrementando los volúmenes de crudo que regala a Cuba, se está quedando sin espacio para almacenar el petróleo que no está logrando colocar en los mercados, lo que le está obligando a recortar la producción que hoy se ubica en unos 450,000 barriles diarios, dijeron expertos.

“El petróleo venezolano, sancionado, pesado, y que debe ser transportado en buque, es un problema porque nadie lo quiere tocar”, excepto por quienes están dispuestos a violar las sanciones.. “Está siendo vendido a menos de $5 el barril”, dijo Russ Dallen, socio gerente del banco de inversión Caracas Capital Markets.

«El problema es que ellos tienen que deshacerse del petróleo, porque se les acabó el espacio de almacenamiento. Algunos de los pozos ya están siendo cerrados parcialmente, en otros se le está diciendo al personal que no produzca”, dijo Dallen, cuya firma ha estado realizando un detallado seguimiento de las operaciones de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).

Esos precios representan una importante pérdida para el país sudamericano, que registra costos estimados de producción de entre $10 y $19 por barril.

“Están perdiendo bastante dinero”, dijo un ejecutivo de la industria familiarizado con operaciones venezolanas. “Están entrando en un período de un mes o de dos meses, donde la situación de PDVSA se va a poner bien crítica”.

PDVSA, con sus grandes carencias de recursos y equipos, no puede simplemente ordenar el cierre de los pozos, operación que bajo condiciones normales puede hacerse con extremo cuidado para evitar daños que luego imposibiliten su reactivación.

Los expertos dijeron que la caída de los precios, aunado al gradual colapso de las instalaciones de refinación del país, es una de las razones por las que Venezuela atraviesa una aguda escasez de gasolina en medio de la crisis del coronavirus.

Las refinerías del país apenas están operando a un 10 por ciento de su capacidad instalada debido a averías y problemas de mantenimiento, lo que ha estado obligando al régimen a importar cerca de 200,000 barriles diario de gasolina para atender la demanda interna.

El colapso de los precios del crudo, sin embargo, ha dejado al régimen sin efectivo para importar combustible y a inicios de semana solo un cinco por ciento de las estaciones de servicio del país estaban abiertas.

Al igual que el resto de los países exportadores de crudo, Venezuela ha sido impactada por la guerra de precios emprendida por Rusia y Arabia Saudita el 8 de marzo, tras el fracaso de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de acordar un recorte de la producción de cara a la caída en la demanda mundial propiciada por el coronavirus.

Pero a diferencia de otros países, Venezuela enfrenta adicionalmente las sanciones de Estados Unidos, lo que le obliga al régimen de Nicolás Maduro a ofrecer aún mayores descuentos que sus competidores naturales para poder vender el crudo.

“El maya (crudo méxicano) se está cotizando alrededor de los $12, eso quiere decir que el crudo Merey, cuya calidad es algo inferior al maya, tiene que estar en menos de $10”, dijo desde Miami Juan Fernández, ex vicepresidente de Planificación de PDVSA.

De la misma manera, el crudo canadiense pesado, el cual no tiene sanciones y no incluye los costos de transporte del crudo venezolano porque llega a Estados Unidos por tubería, está siendo cotizado en unos $9 dólares el barril.

El régimen de Maduro hasta el momento ha contado con la ayuda de Rusia, y en especial de la empresa estatal Rosneft, para evadir las sanciones que prohíbe a compañías bajo jurisdicción estadounidense hacer negocios con PDVSA, salvo que cuenten con una licencia especial otorgada por el Departamento del Tesoro.

Pero Rosneft recientemente fue sancionada por Estados Unidos precisamente por hacer negocios con Maduro y Rusia en medio de su guerra de precios y ahora enfrenta sus propios problemas, advirtió Fernández.

“Los rusos en todo caso lo que van a hacer es mirar en sus reservas propias para ver como hacerlas económicas porque ellos, al igual que la mayoría de los países petroleros, tienen una necesidad de ingresos fiscales que está muy por encima de los niveles de precios que estamos viendo”, explicó Fernández.

Los precios también impactarían las oscuras operaciones que el régimen ha estado realizando con algunas compañías pequeñas que han estado dispuestas a intercambiar barriles de crudo por alimentos, agregó.

“Van a tener que entregar más barriles para obtener la misma cantidad de maíz blanco que venían recibiendo. Pero sigue siendo un mal negocio porque el costo de producir ese barril de petróleo va a estar muy por encima de los beneficios en maíz que generaría”, señaló.

Dallen dijo que Cuba emerge como el gran beneficiario de los grandes problemas que enfrenta la industria petrolera venezolana, con Maduro incrementando los despachos que envía al régimen de la isla.

“Como no pueden guardarlo y no pueden venderlo se lo mandan a Cuba libre de costo. Ya le están enviando unos 100,000 barriles diarios”, el doble de los 50,000 barriles que recibía hace unos meses, dijo Dallen.

Con información de El Nuevo Herald.

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