Rafael Arias / El Tiempo
EE.UU. fue el primero de más de 50 países en reconocer como presidente encargado de Venezuela a Juan Guaidó, desde el 23 de enero pasado. Desde entonces, el gobierno de Trump ha respaldado a Guaidó y su «gobierno de transición», urgiendo a la comunidad internacional a respaldarlo, punto que ha mantenido en los últimos meses como parte del esfuerzo por encontrarle una salida al conflicto político venezolano.
La situación se ha tornado confusa tras la salida a la luz de un audio del Secretario de Estado, Mike Pompeo, donde se pone en evidencia un escenario diferente sobre el curso de la política venezolana. «Nuestro problema, que es mantener a la oposición unida, ha resultado diabólicamente difícil», dijo.
Apuntó que los intereses en conflicto de los enemigos y rivales de Maduro impidieron su derrocamiento en el fallido levantamiento opositor del 30 de abril. «(Nicolás Maduro) No confía nada en los venezolanos. No lo culpo. No debería. Todos estaban conspirando contra él. Lamentablemente, todos estaban conspirando para sí mismos», indicó Pompeo.
Aunque permanece la seguridad por parte del Secretario que Maduro se verá obligado a abandonar el poder, aclaró que desconoce cuándo ocurrirá esa partida que calificó como «necesaria pero completamente insuficiente» para lograr un cambio en Venezuela.
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Señaló que más de 40 miembros de la oposición venezolana se consideran los herederos legítimos de Nicolás Maduro, en medio de la división que prevalece en este sector político.
En sectores de la administración Trump empieza a cundir la impaciencia porque sus esfuerzos no están generando de momento el cambio de gobierno deseado por Washington. Por su parte la oposición venezolana ha evitado por ahora responder en público los comentarios de Pompeo, que de hecho suponen un revés de su principal aliado.
Para el politólogo y experto en estrategias electorales, Luis Toty Medina, Pompeo enviaba “un mensaje o una alerta, más que un reclamo”.
“Mike Pompeo viene de ser un funcionario de alto nivel de la Central de Inteligencia, y ahora Secretario de Estado, por lo tanto cuesta mucho trabajo pensar o creer que haya dicho sus aseveraciones sin saber que iban a ser difundidas. Cuesta asegurar que no estuviese al tanto de las diferencias internas que existen dentro de la oposición. Diferencias que radican en el cómo, no en el que. La oposición tiene una unidad completa de propósito y de finalidad. Esto pasa por cesar la usurpación de la tiranía, quebrar la hegemonía del poder dominante en Venezuela, con la finalidad de facilitar una transición hacia la democracia; en esas líneas toda la oposición está de acuerdo. En lo que difieren las facciones, grupos y organizaciones que integran la coalición de la oposición es en el como hacer eso, cuál es la vía, cuál es el procedimiento”.
Para Medina la intensión real fue la de mandar un mensaje a esa oposición dentro del mismo grupo que está buscando una salida democrática para que abandonen el esfuerzo de continuar enfrentándose entre sí mismos para “dirigir esa energía, y esas fuerzas al cese de la administración de Nicolás Maduro”.
“El fracaso que pudiera aseverar con respecto a si EE.UU. no ha conseguido una fórmula o una vía para que agilice o acelere el fin de la dictadura en Venezuela creo que no es atribuible ni a las acciones de la oposición ni puede ser vista en términos de fracaso. Quizá los tiempos no han sido los que esperaba los Estados Unidos, pero en modo alguno puede calificarse como un fracaso. Tanto el gobierno de Trump como el grupo de contacto de la Unión Europea, y el Grupo de Lima, han optado por una vía que es la más rápida, y pasa por una solución concertada al conflicto por medio del estrangulamiento financiero, fiscal e internacional de manera que se vea obligado a transar y negociar una salida del poder; o que se generen los quiebres a lo interno de esa hegemonía para que pueda facilitarse la tan ansiada transición”.
Diferentes fuerzas y liderazgos
Para el experto las visiones encontradas dentro de las fuerzas democráticas son políticamente inevitables por lo cual extraña que los aliados y principalmente Estados Unidos desconociese esa realidad desde el día uno.
“En todo proceso de transición las diferentes fuerzas y liderazgos tratan de obtener para si el mayor beneficio posible de cara a ocupar los mayores espacios de poder. Eso ha ocurrido en todo el mundo y seguirá ocurriendo, pero insisto que no ha sido la razón que se convierta en la piedra de tranca para las acciones que han emprendido los Estados Unidos de América”, dijo.
Señala además que cualquier acción política en Venezuela debe incluir en sus análisis y presupuestos la realidad de la ciudadanía que requiere soluciones.
“En sector democrático venezolano que lucha por derrocar el régimen, encabezado por Nicolás Maduro, es una coalición de fuerzas de distintas plataformas, organizaciones políticas y sociales, con distintos programas y visiones; y en medio de esas diversas ideas se hallará el mejor camino para enfrentar al régimen”.
“Ahora bien que haya 40 aspirantes para suceder a Maduro en el poder eso no es el meollo que ha hecho más difícil el tema de las negociaciones (…) Puedo nombrarte 40 políticos estadounidenses que aspiran suceder a Donald Trump, por lo tanto eso no es per se una dificultad, sobretodo porque en este momento podemos reconocer que en la oposición hay un liderazgo único, inequívoco, e indiscutible representado por Juan Guaidó”.
Necesaria contundencia
“Pompeo hizo un comentario desafortunado pero cierto. La oposición venezolana desde hace mucho tiempo ha tenido la debilidad de tener divisiones en sus filas, lo que no les ha permitido trabajar con mayor contundencia y congruencia. Los principales críticos de la oposición, se encuentran en la oposición” así lo definió la consultoría política, Cristabel Cartaya.
Insite que es necesario el llamado de atención sobretodo a nivel de los líderes nacionales para que antepongan el beneficio en común por sobre los intereses personales.
“Las declaraciones no van a empeorar una situación ya conocida que incluso debate la ciudadanía en las redes sociales (RRSS), ahora que un perfil como Pompeo señale ese factor como una dificultad para ayudarnos a solventar la crisis, debería ser una llamada de atención para esos lideres nacionales más preocupados en criticar que aportar a la salida de la crisis y un esfuerzo conjunto de poner al país por delante de sus intereses”.
Para dirimir las diferencias entre los postulantes, quienes representarán las opciones más idóneas para la transición, Cartaya insiste que tales aspiraciones deben pasar por el consenso a través de unas elecciones primarias.
“En relación a la multiplicidad de candidaturas, es normal y justo que cualquier venezolano aspire y desear ser presidente. Eso es democracia, eso buscamos. Sin embargo, espero que la oposición encuentre canales políticos, con ello me refiero a primarias o negociaciones, prefiriendo a modo particular las primarias, para que de todas esas aspiraciones se apueste por una candidatura que aglutine las aptitudes y la fuerza necesaria para liderar la reconstrucción del país”.
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