Conseguir los productos de la cesta básica que están regulados se ha convertido en una proeza para el venezolano. El «boca a boca» se ha convertido en el medio de información más eficaz para conocer adónde llegarán los productos y así poder tener acceso a ellos. Sin embargo, no solo éste es el problema. Ahora también algunos locales están obligando a los clientes a adquirir un combo de productos, y no permiten que se compren por separado.
«Me avisaron que en un negocio en el Centro Colonial, de la parroquia La Vega, había llegado harina y arroz. Corrí a hacer la cola, cuando llegué ya habían como 100 personas adelante. Me quedé esperando, recogieron cédulas y luego avisaron que solo estaban vendiendo combos: dos Harina Pan amarilla, una blanca, un arroz y una mantequilla por el módico precio de Bs. 7.600 Bs, me pareció un abuso ya que lo único que quería, y podía por el presupuesto de mi bolsillo, era una Harina Pan que viene marcada en Bs. 509,63, pero ellos la venden en Bs. 1000, y la harina blanca en Bs. 2000. Obviamente me salí de la cola y no pude comprar nada», contó Carla González.
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Además, González añadió que en ese mismo local, el kilo de pasta lo venden en Bs.7.300. «En las cadenas grandes, como Unicasa o Central Madeirense, cuando les llegan artículos regulados los venden al precio marcado y sin obligar a la gente a comprar lo que no necesitan. Pero en los negocios pequeños, que también los surten, pues hacen lo que quieren y hasta le colocan el precio que les parece. Sin que nadie haga nada. No todo el mundo tiene acceso o tiempo para perder en una cola para que encima cuando uno puede se intenten aprovechar. Y esto de los combos no es solo aquí, yo trabajo como repartidor y lo he constatado en Los Ruices, en Chacao, en La Candelaria y en San Martín también», contó Javier Mujica, otro venezolano que estaba en la cola para adquirir el combo señalado.
Por otra parte, se pudo constatar que en las afueras del local donde llegan productos regulados en La Vega sobran los vendedores informales con los productos regulados ofreciéndolos más caros y en efectivo. Muchos acuden a ellos en vista de la necesidad de adquirir estos alimentos. «Yo soy capaz de pagar hasta Bs. 2000 por una Harina Pan, más de ahí no, porque si no es eso me toca comprar pan, y un campesino lo más barato que se consigue es Bs. 500, y en otras panaderías hasta en Bs. 1000, por un pan. Eso no rinde, no llena. Así que prefiero hacer el sacrificio y comprarle la harina a los bachaqueros», contó Adriana Ruiz, habitante de la zona.
Por último, los comerciantes dicen que ellos deben pagarle a los empleados, servicios y alquiler del local, por eso para poder costear eso y ver alguna ganancia mínima tienen que acudir a métodos como el de armar combos.
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