Caracas.- En el mes de octubre, las elecciones en Brasil desencadenaron como resultado la llegada de un ultraderechista como Jair Bolsonaro al poder, un hecho que podría acarrear muchas consecuencias tanto positivas como negativas.
Ante esta situación, el internacionalista Ruben García aseguró que este hecho marca un precedente que se ha venido apreciando en América Latina con la llegada al poder de presidentes derechistas.
«Sur America ha venido viviendo un proceso donde los partidos con tendencia hacia la derecha han ganado la presidencia de sus países y de esa manera se ha marcado una distancia con el Gobierno de Nicolas Maduro«, indicó García.
Distanciamiento de Brasil con Venezuela
Según afirma el internacionalista, ahora con Bolsonaro se puede producir un claro distanciamiento en muchos aspectos entre Venezuela y Brasil dado a los precedentes que existen con el caso Odebretch y las distintas denuncias de corrupción.
También aseguró que se espera que la gestión de Bolsonaro adopte unas medidas económicas guiadas por la privatización y el libre mercado en el país.
«Entre líneas se puede apreciar que el futuro plan de gobierno, no conocido a detalle hasta la fecha, se buscara relanzar la economía del Brasil a través de políticas de libre mercado», destacó.
Ante todos estos escenarios, se prevé que las relaciones comerciales entre Venezuela y Brasil bajen dado a la «poca capacidad de pago que tiene el país actualmente, al igual que las grandes deudas que dejó la compra de insumos y proyectos industriales binacionales fallidos».
La diferencia de pensamiento también será clave
«Las abismales diferencias ideológicas y políticas entre Bolsonaro y Maduro marcaran el tono entre ambos países. Si la posición de Brasil hacia Venezuela ha sido muy dura durante los últimos meses, solo podemos esperar que se mantenga o se acentúe«, indicó el internacionalista con respecto a los pensamientos que manejan ambos mandatarios podrían ser o no un factor determinante en las relaciones.
Hoy en día, la situación que se aprecia en el país no permite determinar cuál sería el nivel de dependencia económica y política que tiene Brasil con Venezuela.
«Es evidente que hoy en día no existen relaciones fluidas que se apreciaban 10 años atrás, donde los alimentos provenientes del territorio carioca llenaban los anaqueles de Mercal, PDVAL y muchos otros supermercados del Estado», enfatizó.
