Venezolanos rematan apartamentos y carros para irse del país o sobrevivir

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Caracas – Desde el último trimestre del pasado año comenzó a observarse con más intensidad el movimiento de oferta de propiedades en el mercado secundario de viviendas. Agentes inmobiliarios reportaron que apartamentos, locales y casas se vendían tres o 4 veces por debajo de su valor. Sin embargo, desde inicios del año 2018, cuando la hiperinflación se ha hecho sentir con más voracidad en el bolsillo del venezolano, los bienes han comenzado a rematarse. “El propietario está dispuesto a escuchar cualquier propuesta”  destaca en los correos con las ofertas de las agencias.  El valor del metro cuadrado ha caído estrepitosamente en zonas como Altamira Sur donde se comercializan inmuebles hasta por 40mil dólares, en Lomas del Ávila  hasta en 20 mil dólares, en Sebucán 140 mil dólares, en Las Acacias 30 mil; esta situación se repite en toda Caracas y sus ciudades dormitorios, pues hasta en Guarenas los apartamentos que costaban 20 mil dólares ahora a duras penas se cotizan a 7 mil dólares.

Y es que nadie habla de bolívares, aunque esté prohibido expresamente hacer operaciones en moneda extranjera y ofertar bienes en divisas; pero es que para cualquier persona con sentido común quiere obtener alguna entrada en moneda dura que le garantice un fin determinado como puede ser irse del país o tener un ahorro que le permita aliviar los embates de la hiperinflación.

Probablemente el dinero que obtengan solo alcance para los pasajes de una familia o para la comida y renta de vivienda de unos pocos meses en el exterior, pero para muchos esto ya es suficiente cuando la desesperación se apodera de su ser.

Igual que con los apartamentos sucede con los vehículos,  en la actualidad se venden carros parados por desperfectos que el dueño no ha podido solventar en 350 dólares. Seguramente usted habrá escuchado ofertas como ésta que pueden ilustrar el tema y es que cualquier entrada en divisas hace que  un particular se desprenda de un bien en el cual ha invertido durante muchos años.

Algunas personas, deciden no vender, quedarse con el apartamento o el carro, porque consideran que las cifras que se ofrecen en el mercado no compensan su inversión. Se arriesgan a esperar a ver cómo se desenvuelve la crisis económica y  política que atraviesa el  país.

Finalmente poco es lo que se puede recuperar en un contexto donde el bolívar cada vez vale menos. Solo el que cuenta con un capital para especular con un futuro mejor puede hacer negocio con estos remates.Evidencia de ello es  la fuerte devaluación que implicó la más reciente subasta del Dicom que estableció una tasa de cambio superior a los Bs. 30.000 por euro. Hasta el gobierno que se negaba a reconocer un ajuste ha tenido que “dejar deslizar” el valor de la moneda pues es incontenible la avalancha inflacionaria que se ha llevado por delante todos los diques impuestos por los controles que solo han logrado distorsionar la economía nacional, desfigurarla  y dejar poco espacio para la recuperación de la misma.

¿Cuánto vale un bien en un país en el cual la confianza no existe? Es la pregunta que les dejo en el tintero estimados seguidores.

Con información de Venepress