Colas de más de 3 kilómetros en las estaciones de servicio que funcionan en San Cristóbal y las dificultades para comprar combustible han propiciado la venta clandestina de gasolina.
La pimpina (20 litros) es vendida entre 20.000 y 75.000 bolívares, lo que equivale a 1.000 y 3.750 bolívares el litro, respectivamente.
El litro de combustible bachaqueado vale 11 veces más que el precio establecido en las Estaciones de Servicio Alternativas, que es de 330 bolívares por litro, y 5 veces más que en las Estaciones Especiales Exclusivas, que está en 742 bolívares el litro. Estas gasolineras funcionan en Táchira junto con las estaciones de servicio reguladas.
Tanto en las ESA como en las TripleE se puede comprar gasolina sin tener el tag o el código de barras que asignó Petróleos de Venezuela a los habitantes del Táchira para comprar combustible desde octubre de 2010.
Rumbo a Colombia. Pese al cierre de la frontera, al departamento colombiano de Norte de Santander, limítrofe con Táchira, pasan aproximadamente 3.000.000 de galones de combustible venezolano para surtir a los vehículos de esa localidad, según voceros gubernamentales del vecino país.
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