Ecoanalítica: No hay consenso en el Gobierno sobre naturaleza del próximo tipo de cambio

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Siguen los desacuerdos entre quienes apoyan la unificación y quienes optan por mantener dos bandas

La firma Ecoanalítica prevé que en las próximas semanas el Gobierno nacional anuncie un nuevo ajuste cambiario, pero que no hay consenso sobre cómo será.

En su informe semanal, señalan que por un lado está el principal asesor del presidente Nicolás Maduro en materia económica, el español Alfredo Serrano. Marxista ortodoxo, Serrano es partidario de una reforma conservadora que devalúe la tasa de divisas protegidas (Dipro) de Bs 10 por dólar a 50, y llevar la flotante (Dicom) de sus actuales casi 700 Bs por dólar a 1.200. «Su tesis establece que lo realmente importante es a quién se asignen las divisas, no la tasa de cambio misma. A este personaje se le debe la expresión ‘acupuntura’ en la distribución de divisas», expresa el documento.

Por otro lado, sigue Ecoanalítica, está el grupo del exvicepresidente para el Área Económica, Miguel Pérez Abad, algunos técnicos del Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Economía y Finanzas, quienes señalan la necesidad de un ajuste más «agresivo» de la tasa de cambio, que incluya la unificación. «En otras palabras, un ajuste fuerte, pero sin que eso represente una apertura cambiaria, por lo que se mantendrán los esquemas de oferta restringida y liquidaciones bajo la aprobación de quienes hoy manejan estos mercados», explica.

De imponerse la visión dogmática de Serrano, Ecoanalítica considera que el tipo de cambio ponderado en 2017 se ubicaría en torno a Bs 990 por dólar, una depreciación de 72,1% en comparación con el año pasado. Así, 65% de las importaciones quedaría en manos del Estado, 23,2% vendría de privados con acceso a Dipro y Dicom, y el 11,8% sería vía mercado paralelo.

El escenario de la tasa única supone un cambio ponderado de Bs 945,3 por dólar, o una devaluación anualizada de 70,8%. Mayores liquidaciones de divisas a un tipo de cambio superior disminuirían la presión hacia arriba del dólar paralelo, pero no eliminaría las importaciones financiadas por este mercado, que serían alrededor de 25,9% del total.