La baja capacidad hotelera en San Antonio del Táchira, con solo 800 camas, lleva a migrantes de Venezuela que vienen a Cúcuta a realizar compras, a pasar sus noches en cualquier parte, incluso en el cementerio.
Quienes no pueden pagar un hotel encuentran en las instalaciones del cementerio garantías para su aseo personal, lavar ropa y usar los baños públicos.
Los vecinos del camposanto afirman que los visitantes entran cerca de las 10 p.m, luego de que se cierra el paso en el Puente Internacional, y salen tempran.
“Algunas familias de San Antonio alquilan habitaciones por días en garajes, solares o cuartos no usados y son requeridos por estos visitantes, ya que el hospedaje en Cúcuta es impagable y es una necesidad quedarse en territorio venezolano, pues el costo es en bolívares y más económico”, dijo Alexis Balza, dirigente social de San Antonio.
Con información de La Opinión