Donald Trump hizo el lunes su debut en la ONU con la mira puesta en la crisis política en Venezuela y una ofensiva para reformar la anquilosada organización, que arranca una semana de debates dominados también por Corea del Norte, Irán y Birmania.
En sus primeras declaraciones el presidente de los Estados Unidos aseguró que Venezuela «está colapsando» y su pueblo «se muere de hambre».
Trump dijo que el presidente venezolano Nicolás Maduro «ha desafiado a su propio país» y es culpable de «un gobierno desastroso», lo cual puede requerir nuevas sanciones contra Caracas.
Trump y su vicepresidente Mike Pence llegaron en la noche a un lujoso hotel de Manhattan para cenar con los presidentes de Brasil, Colombia, Panamá y la vicepresidenta argentina, con quien debe discutir la crisis política en Venezuela.
Estos países forman parte del Grupo de Lima, integrado por 12 naciones latinoamericanas que en agosto condenaron el quiebre del orden democrático en Venezuela y se niegan a reconocer la Asamblea Constituyente impulsada por el gobierno de Nicolás Maduro.
En la mañana, los cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), incluido el canciller venezolano Jorge Arreaza -que representa a su país en la Asamblea- se reunieron para decidir si deben celebrar la cumbre Latam-Unión Europea prevista para octubre, pero no llegaron a un acuerdo.
El Grupo de Lima y el Mercosur proponen aplazar la cita. Varios de sus integrantes han señalado que no asistirían a una cumbre junto a Venezuela.
La UE también estima que la cumbre debería «tener lugar en el momento más oportuno para tener éxito».
Arreaza no hizo declaraciones tras la reunión, pero retuiteó un mensaje de la embajada venezolana en Arabia Saudita: «Apelamos al espíritu de unión e integración de la CELAC (en) Nueva York».
Crisis mundiales
La Asamblea General anual de la ONU, en presencia de unos 130 líderes mundiales, comenzará oficialmente el martes con los discursos de Temer, Trump y Santos entre los primeros.
Varios son los presidentes latinoamericanos ausentes: además de Kuczynski, Maduro, el cubano Raúl Castro, el mexicano Enrique Peña Nieto y el argentino Mauricio Macri no acudieron a la cita pero enviaron a sus cancilleres o vices.
Al margen de los discursos de los líderes frente a la famosa pared de mármol verde, el Consejo de Seguridad debatirá el refuerzo de sanciones contra Pyongyang por sus pruebas balísticas y nucleares.
Trump y su homólogo chino Xi Jinping se comprometieron el lunes en una conversación telefónica a «maximizar la presión sobre Corea del Norte», anunció la Casa Blanca.
El futuro del acuerdo nuclear iraní también será discutido: Francia lo defiende como «esencial», mientras Israel busca derribarlo.
Trump, que se reunió el lunes con los líderes de ambos países, amenaza con poner fin al pacto, que ha calificado como el «peor acuerdo jamás negociado».
Birmania, donde se comete según Estados Unidos una «limpieza étnica» tras una campaña militar que ha obligado a huir a más de 400.000 musulmanes rohinyá, será el centro de una reunión convocada por el secretario de Relaciones Exteriores de Gran Bretaña.
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