Gustavo Dudamel instó al gobierno de Maduro a frenar los derramamientos de sangre (+Comunicado)

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Caracas – El director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, Gustavo Dudamel, publicó este jueves en Facebook un comunicado para repudiar los hechos de violencia que se han suscitado en el país tras las protestas realizadas desde hace más de un mes por parte del sector opositor hacia el gobierno de Nicolás Maduro.

En el texto, denominado Levanto mi voz, el músico venezolano hace un llamado al mandatario nacional a escuchar la voz del pueblo, asegurando que «los tiempos no pueden estar marcados por la sangre».

Estas palabras del también director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y de Gotemburgo, surgen tras la muerte de Armando Cañizales, joven de 17 años que falleció ayer en Las Mercedes (municipio Baruta) como consecuencia del «accionar de una esfera metálica cromada de 8 milímetros de diámetro” -según Nestor Reverol (ministro de Interior y Justicia)- mientras se encontraba en la «Gran Marcha Contra el Fraude Constituyente», manifestación convocada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Cañizales, además, era estudiante del Núcleo de Baruta del Sistema de Orquestas.

A continuación el comunicado completo de Dudamel:

«Mi vida entera la he dedicado a la música y al arte como forma de transformar las sociedades. Levanto mi voz en contra de la violencia y la represión. Nada puede justificar el derramamiento de sangre. Ya basta de desatender el justo clamor de un pueblo sofocado por una intolerable crisis. Históricamente el pueblo venezolano ha sido un pueblo luchador pero jamás violento.
Para que la democracia sea sana debe haber respeto y entendimiento verdadero. La democracia no puede estar construida a la medida de un gobierno particular porque dejaría de ser democracia. El ejercicio democrático implica escuchar la voz de la mayoría, como baluarte último de la verdad social. Ninguna ideología puede ir más allá del bien común. La política se debe hacer desde la consciencia y en el más absoluto respeto a la constitucionalidad, adaptándose a una sociedad joven que, como la venezolana, tiene el derecho a reinventarse y rehacerse en el sano e inobjetable contrapeso democrático.
Los venezolanos están desesperados por su derecho inalienable al bienestar y a la satisfacción de sus más básicas necesidades. Las únicas armas que se le puede entregar a un pueblo son las herramientas para forjar su porvenir: instrumentos musicales, pinceles, libros; en fin, los más altos valores del espíritu humano: el bien, la verdad y la belleza.
Hago un llamado urgente al Presidente de la República y al gobierno nacional a que se rectifique y escuche la voz del pueblo venezolano. Los tiempos no pueden estar marcados por la sangre de nuestra gente. Debemos a nuestros jóvenes un mundo esperanzador, un país en el que se pueda caminar libremente en el disentimiento, en el respeto, en la tolerancia, en el diálogo y en el que los sueños tengan cabida para construir la Venezuela que todos anhelamos.
Es el momento de escuchar a la gente: Ya basta. – Gustavo Dudamel«.