Las líneas de taxis en crisis por la situación del país

Los conductores abandonan el trabajo porque no tienen dinero para mantener los vehículos

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Cortesía

El oficio de taxista podría parecer sencillo, pero con las condiciones actuales no lo es.

Las empresas de taxis están desapareciendo; los conductores abandonan el trabajo porque no tienen dinero para mantener los vehículos o sencillamente porque con la crisis económica, ya no hay clientes.
Salomón Serrano informó que “el supuesto subsidio que nos iba a dar el gobierno fue una estafa maestra, eso solo funcionó una semana y después lo convirtieron en una mafia”.

Ramón Freites señaló que “el país está en verdes pero si nosotros cobramos en dólares somos unas abusadores”.

Mauricio Díaz explicó que “es muy difícil trabajar de taxista pero que más se hace, tengo que llevar comida a la casa”.

Carlos Mogollón aseguró que “antes laboraba en la línea del aeropuerto. Pero ante la baja de la demanda de vuelos nacionales e internacionales y el costo de mantener los vehículos se hizo difícil. Todo está dolarizado y se gana en bolívares, y para compensar se hace insuficiente” .

Germán Villa acotó que “solo trabajamos en las líneas por la inseguridad que hay en el país, no nos permite matar tigrillos en la calle”.

Por su parte el taxista Carlos Contreras manifestó que “son muy pocas las líneas de taxi a “precios solidarios” que quedamos en la calle”.

Saúl Delgado apuntó que “yo no trabajo en una línea de taxi porque me resulta más factible hacer mis carreras solo, aunque no puedo negar que es más riesgoso, pero con Dios y la virgen siempre presentes”.

Alberth Terán comentó que “estamos tan mal que en ocasiones hay clientes pero no tenemos gasolina o los cauchos están espichados”. Soid Cortez afirmó que “los repuestos para los carros están en dólares y nosotros no cobramos la carrera en divisas, así que se nos hace cuesta arriba sobrevivir como a todos en el país”.

Wilmer Vivas aseguró que “prefiero trabajar de taxista porque siempre consigo clientes a estar en una oficina cobrando sueldo mínimo”. Eduardo Rujano añadió que “mi cuñado y yo trabajamos de taxistas para sobrevivir, tenemos días buenos y otros malos pero llevamos comida a la casa, después de todo aquí se consigue”.

Víctor Carrillo destacó que “he pasado por más de cinco estaciones y en ninguna hay gasolina. No debería de ser habitual en un país exportador de petróleo”.

Con información de 2001.

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