El Gobierno de Rusia aseguró que el avión de la Fuerza Aérea que aterrizó a Venezuela el lunes (el tercero tras los llegados en marzo) tiene como objetivo prestar servicio a los efectivos ya desplegados y no supone un aumento de la presencia militar en el país sudamericano.
Los primeros aviones militares transportaban a un centenar de efectivos que, según explicaron ambas partes, viajaron a Caracas para cumplir con las obligaciones rusas conforme a los tratados bilaterales en materia de defensa.
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Moscú ya había avanzado que en los meses siguientes podrían llegar más tropas y equipos en el contexto de dicha cooperación y, tras la confirmación de un tercer aterrizaje, surgieron todo tipo de especulaciones.
Sin embargo, el viceministro ruso de Exteriores, Sergei Riabkov, ha defendido que solo «se están cumpliendo los contratos posventa vigentes».
«Los equipos necesitan mantenimiento y sin ello los equipos sofisticados no funcionarían», declaró Riabkov durante una comparecencia en el Senado, según la agencia de noticias Sputnik. Así, descartó que suponga un aumento de la presencia militar: «De hecho, ni siquiera es una presencia, sino el cumplimiento de contratos de servicio posventa».
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