Trabajadores del Metro de Caracas emitieron este martes un comunicado en el que anuncian que ajustaran sus actividades laborales a la modalidad de “trabajo voluntario, en consonancia con el salario simbólico e ineficiente que recibimos”.
De conformidad con este planteamiento, no garantizan “la asistencia a los puestos de trabajo de manera regular” y pernoctarán “solo aquellos días en los cuales garanticemos alimentación para nuestro núcleo familiar, efectivo, transporte y condiciones mínimas de higiene en casa. Cuando estas circunstancias no estén dadas, será imposible que salgamos de nuestros hogares a garantizar la operación del sistema”.
“De momento el salario promedio de pobreza extrema que devengamos es de bs 15 mil bs, y en estas condiciones resulta materialmente imposible pensar en otra cosa que no sea nuestras necesidades básicas, por lo que la prestación del servicio queda relegado a un segundo lugar”.
Agregan que “desde hace más de 8 meses le hemos venido advirtiendo a las autoridades de la C.A. Metro de Caracas y a la Organización Sindical Sitrameca, sobre las condiciones de pobreza extrema a las que nos exponemos los trabajadores, sin embargo han hecho caso omiso, y como se puede apreciar por las redes sociales institucionales y del sindicato, solo se dedican a hacer promoción política, actividad que nada tiene que ver con la Misión y Visión de la empresa y la protección real de la masa trabajadora”.
Piden comprensión a la colectividad y advierten a los usuarios que aunque observen algunas estaciones abiertas, es bastante probable que no haya personal operándola. Indican que esta circunstancia resulta peligrosa: “Pues que si se presenta alguna emergencia, nadie podrá asistir ni resolver la situación”.
Las estaciones han sido abiertas para brindar una sensación de normalidad que no existe.
“En cuanto al movimiento de trenes, se cuenta con un número de trenes muy reducido y con poco personal para operarlos, lo cual ocasiona grandes retrasos y esperas que pueden superar los 40 minutos”.
Finalmente, aclaran que «los milicianos que se encuentran en las estaciones, no poseen entrenamiento para la operación del sistema ni para accionar como cuerpo de seguridad. En su mayoría se trata de personas de la tercera edad que han sido chantajeados para mantenerse cortando boletos en los torniquetes a cambio de recibir una caja de comida o un salario mínimo”.
“Hacer uso del sistema en estas condiciones, y bajo la amenaza de apagones constantes, ponen en un riego altísimo a nuestros usuarios. Les hemos advertido a las autoridades y hacen caso omiso Invitamos a tomar las previsiones del caso porque el sistema está sumamente vulnerable”, concluyen.
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