Se mantiene el chequeo manual en el aeropuerto internacional de Maiquetía

Aunque las plantas eléctricas se activan apenas se va la luz, solo encienden algunos bombillos, denuncian los pasajeros.

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Discusiones, molestias, agotamiento y sobre todo mucha irritabilidad forman parte de las consecuencias de los constantes apagones de los que no se ha salvado el principal aeropuerto del país: el Aeropuerto de Maiquetía.

“Ayer (domingo), por los trabajos en el piso que están haciendo en la terminal nacional había un polvillo insoportable, lo que sumado al calor hacían la permanencia toda una tortura”, contó un maletero, que pidió resguardar su identidad, según reseña El Universal.

Explica que aunque las plantas eléctricas se activan apenas se va la luz, solo encienden algunos bombillos. “El chequeo debe hacerse manual y como había mucha gente ayer el proceso se hace más lento y se acumulan los pasajeros”.

Señala que la situación se torna incómoda para todos: tanto para quienes trabajan en el aeropuerto como para los usuarios. “Se oyen discusiones entre pasajeros y también con personal de las aerolíneas. La presión, el calor, los vuelos retrasados, la incomodidad hace que todos estemos más irritados e irritables. Eso afecta en todo”.

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Trabajan a pérdida

Maleteros, comerciantes, taxistas y demás personal que trabaja en la principal terminal aérea del país están trabajando a pérdida por la falta de luz.

“La floristería, por ejemplo, debió desechar parte de su mercancía debido a que se le dañó. La producción para todos ha disminuido enormemente y con ella los ingresos”, manifiesta un trabajador de uno de los concesionarios.

En el caso de los maleteros, la fuente precisa que se necesitan de entre 8 y 10 horas para hacer un viaje. “Al no haber electricidad no funcionan los puntos y casi nadie tiene suficiente efectivo para poder cubrir los gastos básicos como comida y bebida”.

En los apagones pasados un restaurante optó por regalar y dar fiado parte de la comida antes de que se le dañara. “Algunos pagaron, pero otros no. Esa fue la única forma que consiguieron de salvar lo que les quedaba”.

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