Donald Trump y Jair Bolsonaro han sellado este martes su alianza política y estratégica en la Casa Blanca en un encuentro que ha tenido como principal consecuencia la decisión del mandatario estadounidense de nombrar a Brasil Aliado Militar Preferente al Margen de la OTAN. Es una consideración que ya tienen 15 países y que da acceso a los miembros a tecnología militar más avanzada, además de más facilidades a sus empresas para que participen en licitaciones de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. El único país de América Latina que tiene ese título es Argentina.
En la reunión, uno de los temas principales fue Venezuela. Al respecto, el presidente norteamericano dijo: «Las acciones más fuertes no las hemos hecho todavía… llamamos a la FANB para que abandone a Maduro, que es un títere cubano».
La cumbre entre Bolsonaro y Trump ha tenido sobre todo un carácter celebratorio más que práctico. El presidente de Estados Unidos ha respaldado, contra la opinión de su propia Oficina del Representante Comercial, la entrada de Brasil en la OCDE, el ‘club’ de los países ricos, e incluso ha llegado a declarar en la Casa Blanca que Brasilia incluso podría entrar en la OTAN. «Pensad en ello», declaró Trump. En la práctica, sin embargo, las posibilidades de que Brasil acceda a esa organización militar son remotas. Ambos países también parecen a punto de llegar a la conclusión de las negociaciones para que empresas estadounidenses puedan lanzar satélites artificiales desde una base del estado de Maranhao, en el noreste de Brasil.
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El presidente de Estados Unidos, una vez más, volvió a declarar que todas las opciones, incluida la militar, están sobre la mesa, mientras que su homologo brasileño repetía la frase de Trump de que no hay que «telegrafiar» las acciones militares previstas a los enemigos. Las conversaciones iban a seguir anoche, con una cena en la Casa Blanca a la que estaba invitado Steven Bannon, asesor electoral de Trump y también de Bolsonaro.
Sin embargo, no hay indicios de que Estados Unidos vaya a intervenir militarmente en el país. Y los militares, que conforman una parte importante del Gobierno de Bolsonaro, se oponen en redondo a una acción armada contra el régimen de Nicolás Maduro. Trump, asimismo, negó a una pregunta de la agencia de noticias Reuters, que Estados Unidos y los países que apoyan a Juan Guaidó hayan perdido ímpetu en su esfuerzo para la reinstauración de la democracia en Venezuela.
Bolsonaro expresó: «Hay gente que se inclina por el socialismo pero abrirán sus ojos y verán lo que sucede en la frontera con Venezuela… Tenemos que resolver el problema de Venezuela, hay algo fatal que está pasando allí, debemos acabar con esa situación».
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