El presidente de la Cámara Industrial Farmacéutica (Cifar), Tito López, estima una cifra próxima a los 50 mil dólares en pérdidas de medicamentos, como consecuencia de los saqueos perpetrados en las instalaciones de Fundafarmacia, organización no gubernamental apoyada por las empresas privadas del sector.
“Solo en medicamentos, alrededor de 60 mil unidades, estamos hablando de un monto superior a los 50 mil dólares, evidentemente eso pega, porque nosotros surtimos a las 32 farmacias de ese centro de acopio”, reseñada en el diario 2001.
Durante una entrevista a la cadena Unión Radio, López indicó que ante el apagón que afectó a todo el territorio nacional, la industria farmacéutica se vio afectada puntualmente con la baja asistencia de los trabajadores en las instalaciones laborales.
“Básicamente repercutió mucho a la parte de la industria con la falta de personal en las plantas por la falta de transporte (…) Si te falta personal, tienes que parar las líneas de producción”, afirmó.
También destacó que para reactivar el aparato productor de medicamentos, se necesita un financiamiento de al menos 25 millones de dólares para la importación de reactivos.
Los 13 más apagados. El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) señaló en un informe que los habitantes de Anzoátegui, Aragua, Bolívar, Carabobo, Delta Amacuro, Distrito Capital, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Portuguesa, Sucre y Zulia han pasado a ser los más afectados del país por las diversas consecuencias del apagón.
De acuerdo a las informaciones que continúan recabando las cámaras y asociaciones de producción afiliadas al Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), acerca del número de establecimientos que fueron destruidos durante los días del apagón que se registró en Venezuela desde el pasado jueves 7 de marzo en horas de la tarde, “todavía no existe plena conciencia de la magnitud de los daños registrados, mucho menos de las futuras repercusiones”.
Tampoco de los efectos del “vandalismo” que se hizo sentir en la destrucción de los establecimientos, como del robo de equipos y mobiliario.
Consecomercio no duda que un gran número de medianas y pequeñas empresas afectadas por la agresión y violencia de “saqueos irracionales, no abrirán nuevamente”. En esos sectores precisamente se hará sentir el peor efecto para los consumidores .
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El organismo gremial calificó de “verdaderamente criminales” todos los hechos relacionados con los daños que se le provocaron en el estado Zulia al sector comercial, como a una serie de industrias productoras de alimentos, entre las que figuran: Maralac, Plumrose, Monaca, Pepsi-Cola Venezuela, Cervecería Polar, Upaca y Alimentos Polar.
En este último caso, no sólo se agredió a trabajadores. También hubo robos de materia prima, productos terminados, daños a equipos y maquinarias, además de unidades transporte.
Y esto se traduce en graves pérdidas para las empresas, como en una inevitable reducción de la producción y el abastecimiento de bienes de consumo a nivel local, como de otras zonas del país que se abastecen con bienes que se producen en Zulia.
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