Cada vez más se conocen testimonios de venezolanos que habitan en las comunidades fronterizas con Colombia los cuales dan cuenta del aumento del uso del peso como moneda preferida para realizar transacciones. El Bolívar Soberano es cada vez menos común a la hora de contratar bienes y servicios, ante el avance de la hiperinflación y la devaluación de nuestro signo monetario.
La llamada «pesificación» de la economía venezolana en la frontera, especialmente en el estado Táchira tomó mayor relevancia durante los días del apagón nacional.
En estados centrales del país se observa es la dolarización de «facto», pues ya hasta las propinas se están dando y hasta exigiendo en billetes verdes de baja denominación. Así se mueve la micro en Venezuela. Analistas económicos como Asdrúbal Oliveros no ve posibilidad de una dolarización formal pues no hay básicamente dólares suficientes para enfrentar una política de esta magnitud. Indica el economista que probablemente lo que ocurra en la conformación de una economía que se maneje en torno a dos ejes, uno en dólares y otro en bolívares soberanos.
