En los últimos días en el norte de la capital se ha vivido una situación de terror donde colectivos armados asociados al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han invadido una serie de edificios y casas, todo esto generando protestas de las comunidades en defensa de la propiedad privada. Los líderes vecinales acusan a la alcaldesa Erika Farías de apoyar y fomentar este tipo de hechos.
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, relató como en las parroquias Catedral, Altagracia y El Recreo grupos armados han tomado ilegalmente propiedades a punta de pistola usando mujeres embarazadas y niños como escudos. “Así fue el caso del edificio Arauca en la avenida Urdaneta donde este viernes colectivos invadieron forzando las puertas y maniatando a los conserjes amenazando con dispararles, destruyeron la propiedad y robaron a vecinos. Gracias a que la comunidad cerro la calle protestando la PNB se sintió presionada y desalojó a los malandros”, dijo.
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Rojas destacó que en solo una semana entre las parroquias Altagracia y Catedral los invasores se apoderaron de tres propiedades, primero fue el edificio General Urdaneta y luego el Mirador, por cierto de esta última invasión provenían los paramilitares que crearon destrozos en el Arauca. “Todos estos sucesos ocurrieron en plena avenida Urdaneta a metros del CICPC, quienes se hacen de la vista gorda, ya que estas edificaciones se convierten en focos de violencia e inseguridad donde los atracos, tráfico de drogas y hasta homicidios son el pan de cada día”.
El miembro de la Asamblea de Ciudadanos de Candelaria y Caracas Ciudad Plural, señaló que este mismo sábado ocurrió otro hecho similar cuando cuatro mujeres con niños en brazos se metieron por la fuerza en una casa ubicada en el sector Santa Rosa de El Recreo. “Allí de nuevo la comunidad salió a la calle en defensa de la propiedad privada y luego de varias horas de presión la PNB actuó y sacó a las invasores, todo a pesar que colectivos y voceros del PSUV estaban apoyando a los delincuentes”, acotó.
Acusó a la alcaldesa Erika Farías de promover las invasiones en Caracas como una forma de generar miedo y mantener controlados a los caraqueños evitando así que se genere esa rebelión popular del pueblo contra el dictador Nicolás Maduro. “En el norte de la capital tenemos record guinness en tomas ilegales con más de 150, creando alrededor de ellas alcabalas de la muerte en las cuales colectivos armados afectos al PSUV siembran el caos amenazando a vecinos y reprimiéndolos en caso de que salgan a manifestar ante los miles de problemas que vivimos los venezolanos”.
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Por su parte Mauricio Marcano, vecino de Santa Rosa de la parroquia El Recreo, declaró que la comunidad salió de forma decidida en defensa de la propiedad privada, protestando contra un grupo de invasores que tomaron por la fuerza una casa del sector sin ningún tipo de permiso. “Tomamos nuestras calles y presionamos para que la PNB hicieron cumplir la ley, aparecieron los dueños y recuperaron su vivienda”.
Rafael Lusinsky, conserje del edificio Arauca ubicado en la avenida Urdaneta, narró como los colectivos lo amedrantaron para ingresar a la estructura con la intención de invadirla. “Me agarraron y me pusieron contra el piso. A mi esposa la trataron de asfixiar. Ahí reaccioné. Grité y le dije a las niñas que salieran por las ventanas. Le lograron quitar las llaves a mi esposa. Le metieron las manos en sus partes íntimas porque ella oculto las llaves allí”, manifestó.
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