El típico sandwich de jamón y queso amarillo que tanto resolvía para comer en un día agitado se ha convertido en un lujo para los venezolanos.
La crisis económica y hiperinflación que azota el bolsillo del ciudadano de a pie ubicó el precio de un kilo de queso amarillo los 3.450 bolívares, cuando el salario mínimo mensual es de 1.800 bolívares, según publica La Patilla.
VEA TAMBIÉN : Buque hospital de EE UU atenderá en Riohacha a migrantes venezolanos