Durante casi un siglo, Chevron Corp. ha resistido dictaduras, golpes de estado y campañas de nacionalización para seguir bombeando petróleo en Venezuela. Ahora, los ejecutivos de la última gran petrolera estadounidense en el país están debatiendo si es el momento de salir, según personas familiarizadas con sus deliberaciones, reseñó el periodista Bradley Olson para el portal www.wsj.com.
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La compañía sabe que una retirada podría desencadenar un colapso de las finanzas del gobierno, porque una parte significativa de su escasa moneda dura proviene de operaciones conjuntas con Chevron.
Sin embargo, al permanecer en el país a medida que se profundizan sus crisis económicas y humanitarias, la compañía corre el riesgo de dañar su reputación al ser vista como un apoyo a un régimen autoritario sancionado por el gobierno de los Estados Unidos. Además de tampoco está ganando mucho dinero aquí.
Nota completa: Chevron se quedó en Venezuela mucho después de que los rivales renunciaran. Está teniendo segundas ideas.