¡SIN OPCION! Cuando no queda más remedio que mirar pal techo

El riesgo de llevar a reparar un televisor

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La pantalla del televisor encendía, se veía de manera intermitente para dar paso al nombre del fabricante.

Se le oprimía los botones de la parte posterior,se mantenía por unos pocos segundos y luego volvía a ser intermitente. Fue infructuoso tratar de mantener la pantalla cosa que había sido así antes de ir a trabajar, pero luego  hubo un apagón, de esos que ocurren con frecuencia en el país y de los que nadie da una explicación lógica, sólo que son a causa de la iguana o más recientemente el ratón.

La recomendación fue llevarlo a que revisaran el aparato, a donde un fulano recomendado por una vecina como persona seria y responsable y que que prestaba servicio técnico a pocos metros de la casa.

A la llegada la taller se le explica al fulano lo que le ocurría y queda en revisarlo po Bs.S 20,00. Pasaban los días y a pesar de las recurrentes llamadas para que diera su diagnóstico no lo hacía.

Hasta que un día de tanto llamar, el fulano dice que es el modulo de los botones de la parte posterior y que la pieza cuesta 8.000 bolívares soberanos. Al otro lado del teléfono le responden que es muy caro y que lo deje así.

El técnico no conforme con la respuesta le anuncia a la propietaria que él ya hizo el cambio de la pieza e insiste en que cuesta Bs.S 8.000 sin contar con la mano de obra, le vuelven a contestar que no porque no cuenta con ese dinero.

Pasan los días y el técnico se resiste a regresar el televisor y le propone a la dueña darle facilidades de pago, que lo consulte, pero ella le responde que no por la misma razón que le había dado anteriormente sin embargo le dice que lo consultará con su familia.

Sigue el tiempo inexorablemente girando, la respuesta de la dueña es la misma y que pasará buscando el aparato. Pero el técnico le dice que tiene que sacarle la pieza que le había puesto y que pase al día siguiente.

Eso hace, pide permiso en su trabajo en la tarde ya con este es el segundo y el fulano le dice que no ha tenido tiempo y que está muy ocupado en otros menesteres.A lo que la propietaria le responde: Me hubiera dicho antes y no pido permiso en mi trabajo, a lo que el técnico le dice: Creí que te la pasabas en tu casa sin hacer nada. No, yo trabajo en un medio de comunicación, contesta enojada la propietaria de la televisión, mientras ve como cambia el rostro del hombre asustado al ver el mal que había hecho.

Quedaron en que pasaba al día siguiente, el lunes cuando cayó una gran tormenta en Caracas. El televisor estaba allí, a la vista y el alma le volvió al cuerpo.Pidió a la esposa del fulano una bolsa negra para envolver el aparato y protegerlo de la lluvia.

En Venezuela, el televisor se ha convertido en una vía de escape y de distracción en medio de tantas vicisitudes que ocurren a diario. Cuando no se cuenta con el dinero para pagar la reparación no queda más remedio que ver pa,l techo, «así hay muchos», dijo el técnico de TV al ver el cementerio de aparatos en el establecimiento sin salida posible.

Los organismos competentes deben vigilar que se cumplan con los precios establecidos y que estos establecimientos que prestan este tipo de servicios lo hagan de manera honrada y con calidad porque no se come una sola sino varias veces.