Caracas.- Luego del fallo en el sistema nacional de pago electrónico, impulsado por el gobierno nacional, el portal Lapatilla.com informó que el gobierno de Venezuela estaría considerando la posibilidad de crear un racionamiento del combustible.
El 24 de septiembre, la gestión de Nicolás Maduro lanzó el nuevo sistema para el cobro de la gasolina el cual se fue derrumbando hasta el punto de necesitar replantearse la estrategia, y llevar los nuevos mecanismos a una idea en desarrollo de racionamiento de combustible para motor.
El plan del gobierno consistía en distribuir tarjetas de identidad, las cuales los conductores debían presentar ante los proveedores de combustible para así gozar de la «gasolina más barata del mundo», tal y como lo afirmó el mes pasado el presidente Maduro.
Una de las principales causas de la falla de los escáners QR, distribuidos en más de 2.700 estaciones de servicio en Venezuela, se debe a la mala conectividad de Internet, según habrían asegurado varios funcionarios del gobierno local. De todos estos lectores, apenas un 10% de los mismos lograron establecer un enlace con la información recopilada por las tarjetas.
Por otra parte, las gestión de Maduro aún no ha anunciado el costo internacional de la gasolina, algo que terminó de sentenciar esta idea del pago electrónico y que todavía no se ha podido ver a la luz pública dado que «las cifras que los economistas del ministerio están analizando no están funcionando”.
Hoy en día PDVSA invierte aproximadamente 1.70 dólares en la fabricación de la gasolina y calculado a los 1,3 millones de barriles de petróleos diarios que extrae la estatal se puede hablar de unos 260.000 barriles de gasolina diarios de 91 y 95 a capacidad máxima. Sin embargo, la petrolera se ve obligada además a importar 120.000 b/d de gasolina para el consumo local, algo que le cuesta al Estado unos $ 2.58.
Considerando estos precios, no sería sorpresa alguna que en un futuro llenar un tanque de gasolina de 15 galones pueda costar aproximadamente 70 dólares, lo que representa al tipo de cambio oficial unos 4.340 bsS, en caso que el gobierno decida poner el precio de combustible en el valor importado.
La volatilidad de la economía de Venezuela le traería problemas al gobierno. La rápida depreciación del bolívar soberano, sumado al bajo valor del salario mínimo, la gestión de Maduro no tendría margen alguno para establecer los precios locales de combustible a nivel internacional. La posibilidad entonces de un racionamiento de la gasolina es cada vez más y más latente.
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