Caracas.- El pasado viernes 17 de agosto, el presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció una serie de medidas económicas, entre ellas el aumento del salario mínimo a 1.800,00 bolívares soberanos, lo que equivale a 50% del valor de referencia de la criptomoneda petro, establecido en 3.600 bolívares soberanos.
Pero fue el lunes 03 de septiembre cuando circuló la Gaceta Oficial N° 6403, con fecha del viernes 31 de agosto donde se publicó el decreto de la presidencia de república N° 3.601, mediante el cual se incrementó el salario mínimo mensual.
Sin embargo, en 17 días cuando aún no había rastros de la Gaceta Oficial que reseñara la resolución, los propietarios de viviendas que alquilan habitaciones aumentaron los precios.
En las zonas populares de Caracas, las piezas con baño incorporado que habita una sola persona pasaron de costar 3 millones de bolívares a 90 millones de bolívares o 900 bolívares soberanos, lo que representa un aumento de 2.900% en un año y equivale a la mitad del salario mínimo de Bs.S 1.800,00
Mientras que las habitaciones más grandes, con baño incorporado que habitan dos personas se cotizan en 1.100 bolívares soberanos y las más pequeñas sin baño en 700 bolívares soberanos.
Este pago no incluye la posibilidad de lavar la ropa en lavadora automática, debido a los altos precios de los repuestos de las máquinas o muchas veces estos no se consiguen ante la falta de divisas oficiales para importarlos, por lo que ese gasto extra se debe considerar en el presupuesto familiar.
Además, los niveles de exigencias de los arrendatarios también se han incrementado. En muchos casos exigen hasta tres meses de deposito y el pago adicional al corredor de bienes raíces, que cobra por mostrar la habitación lo mismo que un canon de arrendamiento.
En otras ocasiones, los propietarios piden los estados de cuenta de los bancos para constatar que el inquilino sea capaz de solventar el canon de arrendamiento cuantas veces se les ocurra hacer en el año.
Sin embargo, el monto que solicitan los propietarios por el alquiler no se equipara con el servicio que prestan. Dividen los amplios balcones con drywall en 10 habitaciones de 2×2, con un solo baño y una cocina pequeña sin derecho a la nevera.
Sino pretenden alquilar una habitación pequeña a compartir con el hijo menor en una cama pequeña aparte. Sin derecho a privacidad que requiere una persona adulta o en otros casos quieren que la inquilino salga de viaje los fines de semana.
Las autoridades competentes como la Superintedencia Nacional de la Vivienda (Sunavi) debe tomar cartas en el asunto y velar por el bienestar de la población que trabaja en Caracas y que requiere donde vivir con su familia.
