La ropa sucia no se lava en casa

Los precios oscilan entre 300 mil y 500 mil bolívares por carga, lo mismo se debe pagar por el uso de la secadora

0
2957
Cortesía

Caracas.- La falta de agua en el centro de la ciudad capital ha llevado a que sus habitantes hayan dejado de lavar su ropa en casa y lo hagan en las lavanderías automáticas, negocios que han tomado un segundo aire a raíz de esta situación.

Los precios oscilan entre 300 mil y 500 mil bolívares por carga, lo mismo se debe pagar por el uso de la secadora y añadir jabón  tiene otro precio, así como el suavizante, se observó en un recorrido realizado por Descifrado.com

Introducir 4 jeans es una carga, 4 pantalones es otra, 4 camisas se lavan aparte, así como 3 toallas de baño y 3 sabanas o 2 juegos.  Por lo que debe disponer de más de 1 salario mínimo que fue establecido el primero de mayo de 2018  en 1 millón de bolívares para un mínimo de tres cargas.

Por transferencia

La escasez de efectivo se ha convertido en uno de los principales dolores de cabeza para algunos de estos establecimientos que no cuentan con punto de venta y deben rebajar su precio a 300 mil bolívares por cuanto solo trabajan con transferencia de banco a banco, pero esa condición la dicen de boca a boca sin ningún cartel que guie al usuario. Secar la ropa tiene el mismo precio, el jabón en polvo 390 mil, suavizante 120 mil y el servicio por lavadora cuesta 50 mil bolívares.

En otro local la lista de precios se inicia con 500 mil bolívares con un carga máxima de 3 jeans por lavadora y 3 sabanas más dos fundas de almohada. El costo por secadora a gas es de 500 mil bolívares, donde se pueden introducir dos cargas de lavadora. Todos los precios incluyen el Impuesto a la Valor Agregado (IVA) que regresó a 12% en enero de este año.

No permiten lavar en las maquinas cobijas, zapatos, edredones, cortinas, objetos rígidos o de gran volumen y solo se seca ropa lavada en el establecimiento, aclara un cartel colocado a la entrada  del local.

Falta de agua

Luisa, ama de casa y con tres niños pequeños cuenta que debe ir a la lavandería automática por cuanto tiene más de una semana que no le llega el agua a su casa y los menores ensucian mucha ropa. Usa una lavadora y una lavadora dos veces por semana,  así que paga dos millones de bolívares. “Que diera yo por tener agua en la casa”, dijo.

Pablo, trabajador administrativo relató que vive en un edifico al que no le llega el agua hace más de 15 días y cuando llega, los vecinos que tienen tanque en su apartamento se toman gran parte de ella dejando a los demás sin el vital liquido. “Para llenar una lavadora tengo que cargar como cuatro pipotes de agua y no me queda para bañarme. Me baño o lavo la ropa, prefiero bañarme y venir a la lavandería”, gastó 1.500 mil bolívares en dos lavadoras y una secadora.

Susana llegó con una maleta de 30 kilos llena de ropa sucia, acompañada de una bolsa grande. Le dijo al administrador del establecimiento: “quiero 10 lavadoras y 6 secadoras. Este problema del agua me tiene mal, ya no sé qué hacer”, comentó mientras echaba el cloro a una de las lavadoras. Gastó 8.000.000 bolívares.

Laura, enfermera en el Hospital de Niños JM de Los Ríos de San Bernardino junto con su niña de seis años, pidió una lavadora y una secadora. “Me exigen que lleve el uniforme impecable sino no me dejan ingresar a mi trabajo, pero tengo que hacer malabares para comprar un kilo de jabón en polvo que cuesta 5 millones de bolívares y a mí solo me pagan salario mínimo”, dijo.

Hablan los propietarios

Silveiro, propietario de una lavandería con más de 40 años en Caracas, explica que aunque no precisó que el aumento en las lavanderías se debe al ajuste en el alquiler del local, repuestos de las lavadoras, mano de obra (escasos porque muchos se han ido del país y no se consiguen), así como del detergente y el cloro, por lo que deben pagar una vacuna para que les llegue. También deben hacer frente al ajuste del salario mínimo.

Marianela junto con su hermana pusieron este establecimiento recién llegadas de San Cristóbal, lo administran desde hace más de 30 años. Señalan que nunca había visto una situación económica como la actual donde los precios suben de un día para otro y deben pagar a sus proveedores lo que les piden por el detergente y el cloro a nivel industrial.

Con información Betssy Santistevan Gastelú