El anuncio de nuevas sanciones para Venezuela de los países de la Unión Europea (UE) llegaron este lunes tras un acuerdo político con el objetivo de imponer medidas restrictivas adicionales, «que no perjudiquen a la población venezolana», según afirmaron los ministros de Exteriores europeos en una declaración conjunta.
Al respecto, el economista Jesús Casique, señala que hay que esperar el alcance del anuncio, no obstante asegura que aún cuando la medida parece mantenerse dentro del plano político, estas nuevas sanciones por parte del grupo, tendrán un impacto económico que se suma a las ya sanciones planteadas por Estados Unidos con respecto a reestructuración de deuda y emisión de bonos.
«Estas sanciones aun cuando no son comerciales o petroleras, son una réplica de las de los Estados Unidos y tienen un impacto importante al generar más desconfianza en los mercados, en la inversión extranjera en Venezuela ya alicaída», aseveró.
Considera que la volatilidad de los bonos venezolanos en el último año, es un reflejo de las desconfianza que genera lo ocurrido en materia política y su repercusión en los mercados y en la economía venezolana, en particular en la deuda por pagar.
Al respecto dijo que vienen meses duros para el país como los son agosto, octubre y diciembre, cuando corresponden nuevos pago a tenedores de bonos.
La nueva medida de la UE supone ampliar la lista de funcionarios sancionados, específicamente a personas implicadas en la celebración de los comicios, nombre que se espera que den a conocer oficialmente en su próxima reunión, en junio.
A juicio de Casique, estas sanciones buscan generar mayor presión política, pues ya estamos atravesando una depresión económica, una fase superior de recesión con hiperinflación. «Son 4 años y un trimestre de 2018, en caída libre»
La UE señala que luego de la celebración del evento electoral del 20 de mayo que no consideran «creíbles», piden la celebración de nuevos comicios «libres y transparentes».
Para el economista, «Venezuela lo que requiere es confianza, requiere un programa macroeconómico a largo plazo, con propuestas como la unificación cambiaria, el desmontaje de los controles de cambio y de precios y el respeto a la propiedad privada».
