Ana Carrasquero, del Observatorio de Derechos de Propiedad de Cedice Libertad, considera que «es un hecho lamentable el cierre de la empresa Kellogg’s por las implicaciones que tienen, ya que son 57 años de historia en el país que terminan con el cierre».
Considera que «ningún empresario puede sostenerse a pérdidas o esperar ser productivo en un país, en el que no se respete el Estado de Derecho y la Seguridad Jurídica.»
Recordó que en el 2016 Kellogg’s sacó de su balance las operaciones en Venezuela. «La documentación y monitoreo del Observatorio nos permiten anticiparnos y hablar de una revisión de lo que pasó con las empresas Clorox y Kimberly-Clark».
Lamentó que cerca de 400 trabajadores y sus respectivas familias se quedan a la deriva sin contar la cantidad de empleos indirecto que se pierden. «Este hecho se suma a la inmensa lista de empresas que decidieron que las condiciones del país son hostiles para el normal funcionamiento.»
Según comenta , las zonas industrial de Venezuela lucen como cementerio de empresas desde el Observatorio de Derechos de Propiedad Servicio.El cierre de esta fuente de trabajo es la consecuencia directa de las políticas gubernamentales que desde hace casi 20 años se han caracterizado por la violación sistemática a las libertades económicos y la derecho a la propiedad.»
Reitera que «este cierre es una perdida para todo el país. Está sumido en una crisis descomunal pues estamos con una hiperinflación más alta del mundo. Desde el aparato gubernamental todos los esfuerzos que ha hecho el Estado han sido para convertirse en el dueño de los medios de producción y de esta forma poder ejercer el control de la población.»
