Carlos Larrazábal, presidente de Fedecámaras, sostuvo que «lamentablemente» lo que hoy vemos con la empresa Kellogg’s, es el resultado de lo advertido por el sector empresarial del país: «el modelo socialista del Siglo XXI obliga el cierre de múltiples empresas en Venezuela».
«Las empresas no pueden trabajar a pérdida por tiempo indefinido. Alimentos Kellogg’s de Venezuela ya se había separado desde el punto de vista de consolidación, de su casa matriz desde el año pasado y trabajaba en una situación bastante precaria haciendo grandes esfuerzos para operar», explicó a Descifrado.com.
El líder empresarial reiteró que cuando inició el gobierno chavista en 1998, habían en Venezuela más de 12 mil establecimientos industriales y a este momento no llegan a 4 mil. Destacó que en la última encuesta de coyuntura de Conindustria presentada el año pasado, mil empresas consultadas manifestaron verse obligados al cierre de sus puertas en 2018 si no había un cambio de modelo económico y las condiciones de operación en Venezuela.
Kellog’s es hoy el resultado de una economía donde no es posible operara sin acceso a la materia prima, a las divisas y bajo controles de todo tipo, enfatizó el empresario.
«Las empresas no pueden operar de forma indefinida en esa condiciones que los ha llevado a la decisión de cerrar», dijo.
Larrazábal agregó que de acuerdo con la información que manejan, todos los trabajadores de la empresa ya recibieron sus liquidaciones y no quedaron con cuentas comerciales, por lo cual «ha sido un cierre bastante limpio», y esperan que la empresa pueda retornar al país cuando las condiciones mejoren.
Sobre el anuncio presidencial del paso de la planta a manos de los trabajadores, el presidente de Fedecámaras no dudo en señalar que el futuro de Kellogg’s será el mismo de las más de 1.500 empresas tomadas por el gobierno y que en este momento están paralizadas como Kimberly-Clark, Clorox, Agropatria y Owens Illinois.
