Hiperinflación complica impresiones de los precios en las etiquetas

En locales en Ciudad Guayana, no es que están practicando la reconversión monetaria, sino que los equipos de impresión de las etiquetas no permiten plasmar los montos completos que marcan los alimentos.

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En un bodegón en una zona residencial de Alta Vista, las etiquetas de varios productos tienen tres dígitos menos. No es que en el local ya estén practicando la reconversión monetaria que entra en vigencia el 04 de junio, sino que los equipos de impresión de las etiquetas no permiten plasmar los montos completos que marcan los alimentos, explica una cajera del negocio.

En la Villa de Don Polo, una carnicería en Villa Bolivia, Puerto Ordaz, un aviso está justo al lado de la balanza: “Estimado cliente, a los precios del pescado les falta agregarle un cero (0)” y, a continuación, un ejemplo. Si la etiqueta marca Bs. 65.000, el monto a pagar en realidad es de Bs. 650.000, según reseña un trabajo publicado en Correo del Caroní.

“La balanza no aguanta tantos números, lo colocamos con un cero menos y de todas maneras se le pesa al momento al cliente para que vea”, esgrime Luis Rodríguez, responsable del establecimiento.

En licorerías también han optado por reducir los ceros, a causa de la incapacidad de la máquina de etiquetaje de reflejarlos. “Una botella de whisky, 18 años, ya cuesta 100 millones de bolívares y la banda no lo puede reflejar”, apunta un empresario.

Hace un par de meses, cuando los embutidos superaron el millón de bolívares principalmente salchichones, en el bodegón Deliexpress la etiqueta indicaba que el precio marcado debía ser multiplicado por dos. El resultante era el monto a pagar. La empleada del área explicaba a los compradores, que por momentos asumían que el producto era asequible a su bolsillo.

La hiperinflación que en 2017 llevó la variación de precios a 2.616%, de acuerdo con la Asamblea Nacional, ha aniquilado el poder adquisitivo de los consumidores y ha complicado las gestiones de marcaje y cobranza del sector comercio. Las muestras más palpables son la variación sostenida de los precios y el cada vez menor uso de efectivo para concretar transacciones, lo que ha cargado mayor peso a los puntos de venta.

LEA EL TRABAJO COMPLETO EN : EL CORREO DEL CARONÍ