Caracas.- Ante los diversos tipos de estafas a los que han sido sometidos los usuarios en algunos comercios, es necesario insistir en la necesidad de que los usuarios de tarjetas de débito apliquen todas las tácticas a su alcance con la finalidad de resguardar en secreto sus claves.
En una entrega anterior les advertía sobre la peligrosa difusión de prácticas que tienden a vulnerar la privacidad de su clave de acceso a la cuenta bancaria. En algunos casos, los operadores y comerciantes argumentan que los dispositivos de punto de venta no pueden ser movidos, porque supuestamente se encuentran dañados y al moverlos se reinician.
En otras oportunidades, aplican una táctica que puede ser denominada como “el cable corto”. En ella el punto de venta no está defectuoso, pero el cable de energía o de comunicaciones no tiene la extensión suficiente para que el usuario o cliente tome el punto y pulse las teclas con comodidad, lejos de la vista de terceras personas, así lo informó Angélica González, transmitido por Fedecamaras Radio.
Durante la Semana Santa, pude ver que estas prácticas son aplicadas cada vez con mayor desfachatez. En un restaurant, por ejemplo, un mesonero exigió de viva voz la clave a una cliente para él pulsarla en un punto de venta que no tenía defectos y que era inalámbrico. la cliente, sorprendida, se negó a suministrar esta información y exigió que le entregara el aparato para ella colocar la susodicha clave. El mesonero, visiblemente molesto, tuvo que hacerlo así.
Esto quiere decir, entre otras cosas, que cada día son más frecuentes y explícitas las prácticas que le piden al cliente la divulgación de su clave. esta información, cabe destacarlo siempre, es vital para el acceso a las cuentas, pero si es entregada colocará de inmediato bajo un riesgo tremendo a las cuentas de la posible víctima.
Las cosas han llegado a tales extremos que, de acuerdo con un video divulgado en las redes sociales, en ciertas playas de Aragua los servicios de mesa los dan solamente si la persona está dispuesta a entregar su tarjeta de débito con la clave anotada en un papel. la excusa que dan los prestadores del servicio es que una persona debe ir mar adentro en un bote, hasta que el punto de venta capte la señal de la operadora de telefonía celular indicada, y hacer los cargos correspondientes.
Todo esto solamente contribuye a sentar las bases para una mayor victimización de la ciudadanía. Frente a tales situaciones, la información oportuna y el estado de alerta permanente permitirán detectar a tiempo las estrategias para el fraude, que siempre están cambiando y refinándose.
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