Petro no servirá como mecanismo cambiario

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La llamada «criptomoneda» petro fue presentada por el Gobierno desde antes de su lanzamiento oficial como la nueva panacea que resolverá los problemas económicos del país. En detalle, el Ejecutivo sostiene que el activo digital permitiría evitar transacciones internacionales en dólares y así «romper el cerco financiero» al que atribuye la incapacidad para importar bienes y la consiguiente escasez.

No obstante, la mejora que pueda significar para comercio exterior venezolano está entredicho por varios factores. Para empezar, no se puede usar bolívares para adquirir petros. Para ello se necesitan divisas, ya muy escasas en el país. Así, el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario seguiría siendo el único mecanismo legal para que privados venezolanos consigan directamente moneda dura, a pesar de sus enormes limitaciones, como una tasa que se mantiene muy por debajo de la paralela.

Por otro lado, tal como expresó a Descifrado un dirigente gremial, el petro solo sería una ayuda para el sector privado nacional en tanto pueda canjearse por divisas, cosa que también se encontraría con varios escollos.

En primer lugar, las sanciones de Estados Unidos prohíben a ciudadanos y empresas de ese país manejar emisiones de deuda venezolana. Personas y entidades no estadounidenses igualmente pueden exponerse a penalidades si tratan con dicha deuda.  Recientemente, el Departamento del Tesoro aclaró que considera al petro una extensión de crédito al Gobierno venezolano, por lo que lo incluyó en la prohibición. Ello supone un desaliento para que entidades financieras reciban petros.

Aún sin contar con las restricciones del Tío Sam, la aceptación del activo digital en el exterior dependería en la confianza que genere como potencial inversión. Dado que el petro depende exclusivamente del Estado venezolano y que este ha sido incapaz de pagar a tiempo varios de sus compromisos de deuda externa, cuesta creer que su recepción sea un éxito universal.

A eso se agrega la confusión generada por los cambios a última hora en el sistema operativo. El White Paper difundido con semanas de antelación señalaba que los tokens que un usuario compraría inicialmente para luego canjearlo por petros funcionaría sobre la reconocida plataforma de blockchain Ethereum. El día del lanzamiento del activo digital se supo que, en vez de eso, se utilizaría la plataforma NEM, de mucho menos renombre.

Además, el Gobierno no ha dejado claro de qué manera entregaría a los tenedores de petros el colateral ofrecido (reservas petroleras, oro y diamantes) Probablemente por todo esto solo algunas personas y empresas de países que sean aliados del Gobierno venezolano (Rusia, China, Irán, etc.) estén dispuestos a aceptar petros.

Así, el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario seguiría siendo el único mecanismo legal para que privados venezolanos consigan moneda dura, a pesar de sus enormes limitaciones, como una tasa que se mantiene muy por debajo de la paralela.