Los dilemas a los que se enfrenta una familia local a la hora de superar los retos de la economía doméstica
A menudo ejemplos sencillos son los que permiten explicar y que nosotros también entendamos en su verdadera dimensión lo que pasa en Venezuela a nivel económico. Lo que sucede al salario del trabajador local no es poca cosa y como esta semana comentó Oscar Meza, director del Cendas “estamos asistiendo a un momento donde los venezolano se preocupan y se angustian porque no pueden resolver la más básica de las necesidades que es la alimentación. Basta con hacer un ejercicio que implique anotar lo que alcanza a comprar un trabajador que devenga salario mínimo con su sueldo quincenal.
En el Decreto 3.233 se estableció a partir del primero de enero de este año 2018, un salario básico de Bs. 248.510,41 mensuales más Bs. 549.000 de cestatickets, lo que suma un total de 797.510.41 bolívares. Es decir ¿qué puede comprar un trabajador con Bs.398.755 bolívares (sin contar con que los cestatickets se pagan una vez al mes)?
Ante esta pregunta hay varias decisiones que el trabajador debe tomar que son absolutamente trascendentes para su sustento y el de su familia. Actualmente un kilo de carne para moler cuesta entre 290.000 y 380.000bolívares el kilo para establecer un promedio, lo que adquirir este rubro significaría la posibilidad de hacer muy poco con lo que sobra de esa quincena ¿qué pasa con los servicios, con los colegios si hay niños, con la salud si se requiere ir al médico o se genera una emergencia, qué hacer para pagar el transporte o el mantenimiento de un vehículo, el condominio?
Es muy probable que en un hogar venezolano aporten dos o más personas su salario para la economía familiar, pero igual las cuentas no parecen cuadrar cuando tomamos en consideración la variación de los precios que presentan entes como la Asamblea Nacional o el Centro de Divulgación para el Conocimiento Económico (Cedice).
La Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional informó que la inflación en enero se ubicó en 84,2%, mientras que Cedice indica que en el primer mes del año la variación de precios ascendió a 98,46%.
“Para el 30 de enero, el consumo promedio de 61 bienes y servicios de una familia integrada por 3 personas, fue de Bs. 17.369.096,72. En 15 días, comprendidos entre el 15 y el 30 de enero, los precios tuvieron una variación de 30,17%. En 30 días, comprendidos entre el 30 de diciembre de 2017 y el 30 de enero de 2018, los precios tuvieron una variación de 98,46%”.
Las cifras oficiales del BCV hace años que ya no se difunden, pues el gobierno mantiene la premisa que es mejor no dar a conocerlas para evitar crear pánico, pero no hay que ser experto en economía para calibrar lo que se siente en el bolsillo de cada venezolano.
Los productos que más subieron en enero resulta interesantes de mencionar : alitas de pollo (764,28%), sardina (439,32%), atún (322,53%), Plátano (305,41%), Harina de trigo (277,82%), papel higiénico (314,28%), shampoo (278,53%).
La pregunta todos nos las repetimos ¿hasta cuándo van a crecer los precios? Y la respuesta es que no tienen tope, pues mientras se mantengan el modelo económico errado en el marco de un escenario de desconfianza política no habrá límite.
