Expertos coinciden en que criptomonedas llegaron para quedarse, pese a problemas

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Pese a la burbuja que llevó el valor del bitcoin a niveles inéditos, a los robos en las plataformas de intercambio o a la amenaza de regulación de los gobiernos, las monedas virtuales han venido para quedarse, indican los expertos.

Recientemente volvieron a saltar a las portadas, cuando la plataforma de intercambio japonesa Coincheck anunció el robo por parte de un grupo de hackers de criptomonedas por valor de 530 millones de dólares.

Las criptodivisas «han caído muchas veces pero siempre logran levantarse de nuevo», asegura a la AFP Stephen Innes, responsable para Asia-Pacífico de OANDA, especialista en el análisis de monedas virtuales Pero el robo del 26 de enero hundió los precios y subrayó una vez más la vulnerabilidad y la volatilidad de las criptodivisas.

La cifra de 530 millones de dólares supera la del robo en 2014 de otros 480 millones en la plataforma MtGox, también japonesa, que llevó entonces al gobierno de Tokio a obligar a este tipo de compañías a obtener una licencia previa.

Tras el robo en Coincheck, el ministro de Finanzas japonés, Taro Aso, admitió que su gobierno «necesita reforzar la supervisión». También dijo que a la plataforma «le faltaron conocimientos de base y sentido común».

En países como Corea del Sur o China, donde las monedas virtuales también son muy populares, las autoridades ya han anunciado su intención de regular su creación y su intercambio.

En la misma línea, el primer ministro indio, Arun Jaitley, anunció el jueves que las criptodivisas no tienen curso legal en el país y que tomará «todas las medidas para eliminar» su uso como sistema de pago, en particular en actividades ilegales.

Según Stephen Innes, la ola de regulación era previsible teniendo en cuenta que hasta ahora el «el marco regulatorio en Asia era espantoso y atraía a los criminales con objetivos muy apetecibles».

Un entusiasmo que no decae

La regulación de las criptomonedas también fue una de las preocupaciones del foro de Davos que se celebró hace unos días en Suiza, donde el ministro británico de Finanzas, Philip Hammond, pidió «prudencia» a los gobiernos.

Por su parte Facebook anunció que prohibirá en su web los anuncios publicitarios de criptomonedas para evitar estafas.

Todo ello está teniendo consecuencias para el bitcoin, la más conocida de todas las criptomonedas, que llegó a valer 20.000 dólares antes de caer a menos de la mitad.

Sin embargo, y a pesar de su mala fama, el entusiasmo no decae. BitFlyer, la principal plataforma japonesa de intercambio de bitcóines, asegura tener más clientes desde el robo de Coincheck. «Mucha gente está interesada en las criptomonedas. En nuestra plataforma el número de nuevas demandas para abrir una cuenta ha aumentado», aseguró el director financiero, Midori Kanemitsu .

Los actores de la industria tecnológica están convencidos de que no hay vuelta atrás y que, incluso si desaparecen algunas criptomonedas, otras nacerán para sustituirlas. «Los pirateos ocurren. La gente que elige usar esta tecnología tendrá que tener en cuenta el riesgo asociado», explicó Ken Kawai, un abogado experto en regulación financiera y en la tecnología del blockchain, que está detrás de creación de las criptomonedas.

A la espera de más regulación, el bitcoin, el litecoin o el ethereum podían caer también en el punto de mira de las autoridades fiscales y frenar el atractivo para los inversores, apuntan los analistas.

Según Hikaru Kusaka, cofundador de Blockhive, una compañía de innovación, los consumidores terminarán descartando las criptomonedas débiles y sólo sobrevivirán las mejores. «Quizás no todas las criptodivisas desaparecerán pero llegarán otras nuevas y habrá un proceso de selección», apuntó. AFP