Opinión: Los más buscados, por Brian Fincheltub

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La harina de maíz: hace mucho que le perdimos el rastro. Cuando de vez en cuando hace sus apariciones, así como llega se va: veloz y sin dejar rastro. Sus ausencias lograron lo impensable hace unos años,  que el pilón y la moledora se volvieran los dos bienes más preciados en la Venezuela madurista. Un salto al pasado de sesenta años que nos recuerda que el socialismo es como una máquina del tiempo que solo viaja al pasado.

El cartón de huevos: veinte años A.S., entiéndase «antes del socialismo», la llamada «postura» de gallina era considerada la proteína de los pobres, el bistec de cáscara acompañaba el plato del venezolano al menos dos veces al día. Hoy es una exquisitez solo al alcance de unos pocos. La última vez que los vimos fue antes que el exministro del Poder Popular para los Hueveros, por no decir una palabra, regulara el cartón en 400 bolívares. Hace unos cuantos dígitos de inflación atrás.

Las caraotas: nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde. Las populares carolinas se han convertido en el verdadero oro negro, impagables y difíciles de encontrar. Imaginen lo que significa para un país que su población deje de comer lo que ha comido siempre, es como si le quitaran a los mexicanos los tacos. Hace algunos años nadie lo hubiese pensando, quizás es por tanta incredulidad que nos toca vivir lo que vivimos.

Gas doméstico: directamente de las cavernas nos llega esta nueva calamidad que tiene que vivir sobre todo la Venezuela rural. El fogón volvió a su apogeo en un país con una de las mayores reservas del gas del mundo. Ir a buscar leña para cocinar se convirtió en el pasatiempo impuesto para muchas familias en el interior del país. Es que si un día viéramos un dinosaurio en la calle pensaríamos que vivimos en la prehistoria.

A esta lista hay que agregarle un sin número de artículos que cada vez son más difíciles de alcanzar. Pero la escasez no se limita a lo material cuando también nos damos cuenta que perdimos la paz y la tranquilidad, queda seguir luchando para que la esperanza no se una a lista de los desaparecidos.