Embargan planta de GMV por demanda que la obliga a pagar Bs. 476.000 millones

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Si la situación de General Motors Venezolana (GMV) era comprometida, ahora lo está mucho más. Tras un año y medio sin producir un solo vehículo por no contar con material de trabajo, la planta local de la ensambladora americana fue embargada este martes 18 de abril, por lo que los accesos a la empresa quedaron bloqueados desde ayer.

En una insólita sentencia, el juzgado tercero de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil y del Tránsito del estado Zulia sentenció en contra de la empresa por una demanda interpuesta hace 17 años por un grupo empresarial zuliano, al cual la ensambladora deberá cancelar la friolera de 476.000 millones de bolívares.

De acuerdo con fuente de GMV, el litigio se desprende luego que en el año 2000 la empresa decidiera rescindir la concesión a un distribuidor zuliano por su ineficiente desempeño y violación de las cláusulas estipuladas en el contrato, decisión que fue apelada por el concesionario que demandó a GMV por daños y perjuicios.

Ensambladora

«La demanda carece de toda substancia. Consideramos que la cifra solicitada es absurda, fuera de toda lógica jurídica y del debido proceso, además de hacer inviable las actividades de GMV en forma permanente», señaló la empresa a través de una nota de prensa, donde aseguró que tomarán todas las medidas legales a fin de proteger los derechos de sus trabajadores y sus bienes.

El embargo implica el consecuente bloqueo de las cuentas de la compañía, lo que impedirá cancelar salarios a los 2.700 trabajadores que aun cuando tienen más de año y medio sin laborar, siguen percibiendo su remuneración en espera del retorno a las actividades.

Según fuentes cercanas a la empresa señalan que la relación de los accionantes con personeros del alto gobierno explicaría la insólita decisión, cuyo monto excede por mucho el costo de la indemnización en el caso de ser procedente.

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Cabe recordar que GMV no produjo un solo auto el año pasado ni en lo que va de 2017, pues carece de inventarios de materia prima importada. La directiva se ha negado a reeditar el programa seguido por Ford, que a mediados de 2015 comenzó a importar material con recursos de los concesionarios y vende sus vehículos en una combinación de moneda nacional y dólares.

El programa, que también fue imitado por Toyota, no ha tenido buenos resultados, al punto que Ford dejó de producir desde diciembre pasado luego que no consiguiera mercado para sus vehículos debido a los elevados costos.

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