Durante Semana Santa es común que las personas elijan al cine como una opción de entretenimiento, por el gran gasto que representa disfrutar un día en la playa. Sin embargo, esta alternativa ha dejado de ser económica.
Distraerse con una película en algunas de las franquicias nacionales puede representar las ganancias qincenales de un trabajador que devenga sueldo mínimo, si solo se toma en cuenta los boletos y alimentos que venden en las salas.
En Caracas, los precios de las entradas varían entre los Bs.1.900 y hasta Bs.4.500 (por persona). Es decir, que un pareja puede gastar Bs.9.000 solo comprando los boletos para una película en formato 2D. Aquellos que deseen invertir un poco más en funciones en 3D y 4DX los costos alcanzan los Bs.4.700 y Bs.7.300 respectivamente.
Pero como entrar al cine no es igual sin bebidas o golosinas, el gasto se incrementa cuando se añade uno de los combos ofertados. Un combo para dos personas, con dos bebidas pueden variar entre los Bs.8.000 y Bs.10.000 sin ninguna chuchería adicional.
Un par de horas de disfrute pueden descuadrar la quincena de un trabajador o ser imposibles de pagar en medio de la crisis actual que ha fijado prioridades para los venezolanos.
